Tras una semana de revelaciones, ‘La Promesa’ continuará su trayectoria en las tardes de La1 con las consecuencias del descubrimiento de que Cruz ordenó a Petra vender el broche de las marquesas. La boda de Manuel y Jimena sigue adelante y Curro hace importantes descubrimientos sobre su filiación.
‘La promesa’ emprende una nueva semana tras el récord de audiencia logrado el pasado viernes cuando logró una media de 1.095.000 seguidores y una cuota del 11,7 por ciento. Tuvo un máximo de 1.698.000 espectadores en algún momento de su emisión. Además, sumó 176.000 seguidores adicionales en el diferido cerrando un resultado para el capítulo 80 de 1.271.000 espectadores.
La ficción de La1 está creada por Josep Cister Rubio y firmada por Bambú Producciones (‘Gran Hotel’, ‘Las chicas del cable’, ‘Velvet’).
Capítulo 81 (lunes 24 de abril)
Cruz (Eva Martín) admite ante Catalina (Carmen Asecas) que vendió el broche de las marquesas de Luján para costear su fiesta de cumpleaños. Catalina estalla ante la afrenta a su madre, ya que el broche le perteneció a doña Carmen, y no piensa dejar que Cruz salga impune de esta. Cruz insiste en que el broche era muy feo y estaba pasado de modo y que, además, como era suyo, podía hacer con él lo que le viene en gana. Catalina la acusa de tener envidia de su madre porque entre ella y Alonso había amor verdadero y ella es un ser in sentimientos.
Cruz reprende duramente a Petra por haber permitido que el falso cura campase a sus anchas por la casa. Teresa las escucha y narra en la cocina que Petra ha recibido una severa reprimenda. Mauro informa a Simona, Candela y Lope que el marqués quiere verlos.
Lope (Enrique Sánchez-Fortún) pide disculpas a María Fernández (Sara Molina) por haberla besado y atribuye el arrebato a los nervios que pasó por el secuestro de Camilo (Chico García). María Fernández le garantiza que ya lo ha olvidado, pero no va a ser tan sencillo…
Jana (Ana Garcés) cura las heridas que Curro (Xavi Lock) sufrió por la última paliza que le propinó Lorenzo (Guillermo Serrano). La doncella se atreve a insinuar al señorito que quizás el capitán no sea su padre biológico y el muchacho decide interrogar a Cruz sobre su pasado.
Rómulo (Joaquín Climent) comparte con Pía (María Castro) su inquietud: Gregorio (Bruno Lastra) le guarda rencor por un hecho del pasado que él no consigue recordar. Pía quiere que Gregorio haga extensiva su confianza en ella al resto del servicio, pero él se niega y arremete contra Rómulo. Pía sufre un pequeño mareo y el mayordomo se preocupa, pero ella le quita importancia.
Y todo esto mientras el duque de los Infantes se dirige a La Promesa, dispuesto a detener el matrimonio entre Jimena (Paula Losada) y Manuel (Arturo Sancho).
Simona sugiere a Catalina no enfrentarse a Cruz y guardar silencio sobre el tema del broche, pero Jana opina lo contrario; cree que no puede dejar que se salga con la suya. Finalmente, Catalina le desvela a su padre que Cruz mandó vender el broche para costearse su cumpleaños.
Capítulo 82 (martes 25 de abril)
Jimena no acepta los argumentos de su padre para cancelar su enlace con Manuel; insiste en que él ahora la ama convencida de que sus engaños han dado forma a la auténtica realidad. Cruz invita a los Duques de los Infantes a instalarse en la Promesa para poder ayudar a Jimena con los preparativos de la boda. Manuel está idiotizado. Se cree enamorado de Jimena y la besa encantado.
Alonso (Manuel Regueiro) está muy enfadado con Cruz por haberle ocultado la venta del broche de su difunta mujer. Los dos tienen una fuerte discusión y sacan rencillas del pasado. Cruz le echa en cara que nunca la querrá como a su fallecida esposa y que no haya aceptado jamás a su familia. De hecho, la noche en la que el barón se fue de La Promesa y tuvo el fatal accidente, había discutido duramente con Alonso. Quizás eso provocó la marcha precipitada del barón. Él la acusa de haberle mentido y ella se defiende diciendo que él la obligó a mentir porque no le hubiera permitido vender el broche.
Ante la perspectiva de que el marqués despida a Simona, Lope y Candela, Jana alienta una revolución entre el servicio. Asegura que no es justo ya que todos fueron cómplices de la mentira y propone que todos abandonen La Promesa en bloque.
La boda de Manuel y Jimena va sobre ruedas. Los dos jóvenes parecen muy enamorados. La chica se impone a su padre el duque y lo invita a pasar una temporada en La Promesa mientras cierran los preparativos del enlace.
Por su parte, Curro continúa sospechando que Lorenzo en realidad no es su padre, no se parecen en nada. El chico se lo confiesa a su tía Cruz que intenta quitarle esa idea de la cabeza, aunque se queda preocupada. Le reprende severamente por cuestionar la virtud y la honorabilidad de su hermana. Jana está contenta de que Curro esté sacando conclusiones por sí mismo, pero María Fernández no termina de fiarse del chico.
Capítulo 83 (miércoles 26 de abril)
Alonso le dice a Cruz que no van a despedir a los cocineros, demostraron holgadamente su lealtad durante el crudo episodio con el padre Camilo. La marquesa se opone tajantemente, pero la decisión de Alonso es firme y la defiende recordándole incluso que él es el dueño del marquesado.
Manuel le cuenta a Curro que los recuerdos que más ha recuperado son los relativos a los bonitos detalles de su romance con Leonor. Curro se muestra extrañado y su expresión no pasa desapercibida para el heredero. Curro comenta que entiende que, a partir de ahora ya no tendrán prohibido hablarle de su pasado. Curro es claro al decirle que no recuerda que su romance fuera tan maravilloso, sino que era un amor reposado porque en ese noviazgo había más voluntad que pasión.
Catalina se enfada con su padre cuando él le revela que no se puede hacer nada porque el broche no se robó. Alonso insiste en que Cruz se arrepiente de lo que hizo.
Cruz termina por confesarle a Curro que Lorenzo no es su padre, que es el fruto de la infidelidad de su madre y que no pueden negar que es un bastardo. Curro se siente muy afectado y entiende las palizas y el desprecio. Cruz asegura que su madre nunca le confesó quién era su padre. Cuando Curro se lo cuenta a Lorenzo este también lo reconoce, pero tampoco de quién es hijo… Y le anima a no seguir investigando, si saliera a la luz que es un bastardo sería repudiado por la sociedad.
Alonso informa a Gregorio de que no va a despedir a nadie porque considera que han escarmentado con el miedo que han pasado pensando que iban a perder sus trabajos. Le asegura su continuidad en la casa por lo menos durante unos meses. Él intenta que se despida a alguna de las nuevas incorporaciones, pero él se niega.
Rómulo y Pía siguen intentando saber por qué Gregorio se comporta así con Rómulo, pero por ahora no consiguen ninguna información relevante. Pero la relación entre Pía y Gregorio mejora por días.
Jana le cuenta a Curro que en el servicio se cuenta que su madre no lograba quedarse embarazada estando sana, pero lo consiguió cuando quedó postrada en la silla. Afirma también que el parto les pilló de viaje a Eugenia y Cruz. Curro se pone nervioso y ella le deja claro que solo quiere decir que todo es muy raro.
Más tarde, cuando Curro le cuenta que su padre ha confirmado todo, y que quiere irse a su casa para preguntar a criadas antiguas, ella le asegura que Cruz debe saber la verdad. Cruz los ve hablando y abronca a Jana y pide a Curro que no hable con «menesterosas».
El duque de los Infantes le dice a Alonso que no quiere que su hija se case con Manuel porque los Luján son unos sinvergüenzas, que han ocultado la ruina de sus cuentas y que emparentan solo por interés. El marqués le ordena que retire la acusación. Espadas en alto.
Capítulo 84 (Jueves 27 de abril)
A pesar de sus diferencias, los Duques de los Infantes y los Marqueses de Luján llegan un acuerdo para la boda, cuyos preparativos comienzan por fin sobre todo después de que Cruz defina a Jimena como sosa, poco agraciada y estrenada y deje claro que su único futuro sería entrar en un convento si Manuel no la desposase.
Durante el desayuno, Cruz le restriega a Catalina que lo del broche no vaya a tener consecuencias. Le deja claro que no se arrepiente. Aunque sí las tiene cuando Alonso le pide una terrible humillación: que dé las gracias a las cocineras por desenmascarar a Camilo.
Candela (Teresa Quintero) le cuenta a Jana que ella también conoce el secreto del embarazo de Pía. Curro se disculpa ante la doncella por su trato distante y sus menosprecios; él le explica que, aunque la aprecia verdaderamente, en público debe mantener las diferencias que exigen sus estatus. Finalmente se le ocurre la manera de contarle a su hermano la verdad.
Petra insinúa que Pía se ha ganado el favor de Gregorio con favores carnales. Pía le exige que retire sus palabras y contraataca tachando de indecorosa su relación con el falso cura. Petra se marcha encendida y avergonzada.
La noticia de que no habrá despidos en La Promesa llega a los empleados a través de don Gregorio. Pía no ha cejado en su empeño de investigar al mayordomo, sin averiguar nada. Lo que Rómulo no se espera es que sea el mismo Gregorio el que le cuente de dónde viene su animadversión hacia él y él le suelta que mató a su hermano.
Capítulo 85 (viernes 28 de abril)
Catalina, Martina (Amparo Piñero) y Jana están cada vez más convencidas de que el amor de Manuel por Jimena es algo inducido por la propia Jimena y por Cruz, que se han aprovechado de la amnesia causada por el accidente. Martina se da cuenta de que desde que Manuel abrió los ojos Jimena no se ha separado de él. Concluyen de que han estado reescribiendo sus recuerdos. La oportunidad de enfrentar a Manuel a sus recuerdos reales se da cuando concluye la reparación del avión en la que colabora también Mauro. Solo falta mostrárselo a Manuel.
Rómulo se hunde al descubrir que la acusación que le hizo Gregorio, responsabilizándolo de la muerte de Mateo, su hermano menor, es verdad. La culpa y los remordimientos que no sintiera por pura ignorancia ahora se adueñan del mayordomo.
Lope se ve forzado a confesar por fin ante María lo que sabe de Salvador (Martín García), que el enemigo lo tiene prisionero. Pero esta realidad es demasiado dura para María Fernández, que lo acusa de mentir para ocupar el lugar de su amigo y aprovecharse de ella.
La marquesa, obligada por su esposo, ha de pasar el mal trago de bajar a la cocina a felicitar a Candela, a Simona (Carmen Flores Sandoval) y a Lope, cuando lo que ella querría es despedirlos. Les agradece su intervención indispensable para desenmascarar al falso cura. Aprovecha la ocasión para dejarles claro que la próxima vez que tenga la más mínima sospecha de que les están ocultando algo serán despedidos de inmediato. Les espeta que si por ella fuera estarían los tres buscando techo y empleo, pero que ha tenido que ceder a los deseos de su esposo.
La marquesa está decidida a hacerle pagar muy caro a su marido la humillación de tener que bajar a las cocinas. Petra sonríe al presenciar como Cruz se niega a acompañarle a una cata de vinos.
Jimena intenta sonsacar a Martina sobre sus deseos amorosos. Ella insiste en que el amor no se puede fabricar de la nada ni forzar. Le deja claro que no le gusta la relación tan absorbente que tiene con Manuel. Ella le replica que no se meta y que eso solo es asunto suyo.
Pía habla a Gregorio de las insinuaciones de Petra y él le recrimina sus artimañas para sonsacarle. Pía se desvanece ante él. Gregorio descubre que Pía está embarazada y ella le pide que le guarde el secreto; él se lo promete.
Jana vuelve descompuesta tras su visita al cementerio donde quería encontrar respuestas a preguntas sobre su madre. Ha ido a la tumba de su padre y solo ha encontrado más preguntas. La fecha de muerte indica que el deceso se produjo el año en el que ella nació con lo que es imposible que el hombre sea el padre de su hermano Marcos (Curro).
Teresa entrega a Candela una carta que ha recibido. Comienza a leerla y, aunque indica que es anónima, se anticipa que es cosa del falso cura, que ha decidido hacerle partícipe del secreto que le contó Simona sobre su pasado.
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