La conselleria de Salud ha decidido reforzar la prevención de los golpes de calor con la campaña «Viu l’estiu amb SENY» ante el pronóstico de la llegada de la primera ola de calor de este verano para las próximas jornadas.
Frente a la alerta de la AEMET sobre altas temperaturas en los días venideros, que podrían originar la primera ola de calor del verano, la Conselleria de Salud ha iniciado la campaña «Viu l’estiu amb SENY. Protegeix-te de la calor». Esta iniciativa busca intensificar la prevención contra los golpes de calor, y se difundirá mediante carteles en el transporte público. La Dirección General de Salud Pública desea enfatizar las recomendaciones para prevenir estos incidentes, causados por una exposición prolongada al sol, que pueden ser mortales.
En estos próximos días, de jueves a sábado, la delegación en Balears de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) prevé que se produzca la primera ola de calor de este verano de 2024, con temperaturas máximas que podrán llegar hasta los 39 grados en el interior de Mallorca el próximo viernes. Por ello decretará alertas amarillas por altas temperaturas que podrían elevarse hasta el nivel naranja a final de semana.
Esta nueva campaña institucional se suma a la lanzada a finales del mes pasado por la Conselleria de Empresa, Empleo y Energía, mediante el Instituto Balear de Seguridad y Salud Laboral (Ibassal), para prevenir y atender los problemas derivados de las altas temperaturas dirigida a las empresas y personas trabajadoras.
Las recomendaciones de la Dirección General de Salud Pública son estas: evita las bebidas con cafeína y alcohol y haz comidas ligeras; reserva las primeras o últimas horas del día para practicar actividad física; bebe agua y usa ropa ligera y fresca de tejidos naturales; no dejes nunca a personas o animales dentro de un vehículo estacionado y cerrado y presta especial atención a los recién nacidos, a las personas mayores y a los trabajadores que laboran en el exterior.
Cómo reconocer un golpe de calor
La campaña institucional incluye otro mensaje en el que se ofrecen una serie de pautas sobre cómo reconocer que se está sufriendo un golpe de calor y la manera más idónea de actuar para minimizar sus efectos. Los síntomas más habituales de un episodio de estas características son: fiebre superior a los cuarenta grados, náuseas o vómitos, dolor intenso de cabeza, calentamiento y enrojecimiento de la piel y una aceleración del pulso y de la respiración.
La mejor manera de actuar ante estos síntomas es llamar rápidamente al servicio de emergencias del 112 y, con respecto a la persona afectada por el golpe de calor, colóquela en un lugar fresco y a la sombra, quítele ropa, refrésquele con agua y abaníquela hasta la llegada de los servicios de emergencias.
Nuevo sistema de alertas
Desde el 17 de junio, el Servei d’Epidemiologia de la Dirección General de Salud Pública tiene en marcha un nuevo sistema para decretar avisos de alerta por altas temperaturas que contempla diferentes valores para las diversas zonas de Mallorca y del archipiélago.
A diferencia de lo que ocurría antes, cuando únicamente se activaba la alerta cuando se alcanzaba una temperatura de 34,4 grados en el aeropuerto de Palma, ahora se han establecido seis zonas en Mallorca y una para Eivissa y Formentera y otra para Menorca. Así, mientras en el norte y nordeste de Mallorca se activará a partir de los 34,8 grados, en Palma se hará desde los 33,3 grados.
Desde el pasado 16 de mayo, está en marcha un sistema de información coordinado a nivel nacional por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias (CCAES) y por el Centro Nacional de Epidemiología para establecer estrategias preventivas ante la previsión de un periodo de altas temperaturas, con el objeto de minimizar los riesgos que supone para la salud la exposición a estos calores extremos.
El sistema implica la recepción de datos de temperaturas y mortalidad asociada a ellas recabados desde diferentes fuentes con el objeto de que, a su vez, el Servei d’Epidemiologia los reenvíe por correo electrónico a los diferentes niveles asistenciales de ámbito autonómico, tanto sanitarios como sociosanitarios.
El ministerio de Sanidad facilita desde el inicio del periodo de vigilancia unos umbrales máximos establecidos para cada región del país. Así, para Baleares ha marcado una temperatura máxima de 33,3 grados para el Observatorio de Palma-Aeropuerto; de 33,9 grados para la serra de Tramuntana; de 34,8 para el norte y nordeste de Mallorca; de 35,9 para el interior de la isla; de 34,4 para el sur; y de 34,3 para el levante mallorquín. En Eivissa y Formentera el umbral máximo ha quedado establecido en los 33,1 grados y en Menorca, en los 32,2.
En base a estos umbrales se definirán los excesos de temperatura previstos para el día y las próximas cuatro jornadas, así como los registros reales recogidos la jornada anterior. Este plan estará vigente hasta el 30 de septiembre, aunque se prevé la posibilidad de mantenerlo hasta el 15 de octubre, en caso de que persistan las altas temperaturas.
Salud Pública sostiene que esta nueva zonificación permitirá adoptar medidas de vigilancia y de riesgo específicas para cada zona de esta comunidad autónoma, previniendo los riesgos para la población que conlleva la exposición a altas temperaturas.
Las temperaturas umbrales de impacto en la salud por altas temperaturas se han calculado mediante el análisis de la asociación entre series temporales de mortalidad y temperatura a nivel provincial.
Tres golpes de calor en 2023
Durante el año pasado se comunicaron 25 posibles casos de golpe de calor de los que, finalmente, solo se confirmaron tres: dos en Mallorca y uno en Formentera. Dos de los afectados tenían cincuenta años de edad y el otro, veintiséis. Uno estaba trabajando en el campo, otro en una cocina y el tercero se encontraba realizando actividad física. Desde el año 2004, en el que se puso en marcha este sistema de vigilancia se han notificado 122 posibles casos, de los se confirmaron 53. De estos últimos, diez acabaron en éxitus.
Fuentes del Servei d’Epidemiologia han detallado que, durante el verano pasado, se activaron alertas durante quince días en los meses de julio y agosto. Trece de ellas fueron de nivel 1 (amarillo, bajo riesgo) y dos de nivel 2 (naranja, riesgo medio).