Cremitas de día y de noche, una dieta muy sabrosa pero sana y en poca cantidad, amor por el fútbol y mucha fuerza son los secretos de María Cruz Garre Valero, la centenaria que cumplió su siglo de honor este domingo, 16 de febrero.
El Bar Can Gaspar, de Es Pla de Na Tesa, localidad donde lleva residiendo la homenajeada nada menos que 18 años, reunió a toda la familia de María Cruz y no se lo podían perder el alcalde de Marratxí, Tomeu Oliver, la regidora de Gent Gran, Maria Calafat, así como los regidores de Es Pla de Na Tesa, que acudieron a brindar con la homenajeada y le hicieron entrega de un obsequio.
Los familiares de María Cruz habían organizado una gran fiesta con motivo del centenario, con la asistencia de cerca de 40 personas entre familiares y amigos venidos de la península, mayormente de Cataluña.
María Cruz Garre nació el 16 de Febrero de 1914 en Calasparra, Murcia. Hace 18 años que se trasladó a vivir a Es Pla de Na Tesa. Llegó a Mallorca con su marido Juan, tristemente fallecido hace 13 años, que trabajó toda su vida como montador electricista ferroviario. Llegaron desde Reus a vivir con su hija menor, Manoli (comercial del mundo del vino) y su yerno Manolo (funcionario). Tuvieron un largo y feliz matrimonio, cuatro hijos de los que enterraron a dos, pero les quedan ocho nietos y nueve biznietos.
“Yo siempre fui ama de casa, pero mis hijos nunca me han dado disgustos. Además, hasta mis nueras viudas y mis nietos vienen cada año a visitarme desde Vich, desde Reus, desde Málaga y desde Esparraguera. Y cuando juegala Selección Española, venimos con mi hija y con mi yerno a cenar a Can Gaspar, yo me pongo mi camiseta y mi bufanda dela Selección y vemos aquí el partido, yo los animo aunque yo soy del Real Madrid, eso por delante, pero me gusta ver esas piernas y esa juventud, hay que tener fuerza y alegría. Además a mí me gusta mucho la tele…”, cuenta la homenajeada.
Manoli, la hija, se deshace en halagos hablando de su madre. “Nosotros llevamos 38 años en Mallorca, 27 en Marratxí, vinimos de Reus y hace 18 años que nos trajimos a mis padres. Cuando murieron mis hermanos, tanto Joan, que estaba en València, como Antonio, que estaba en Reus, era mi madre la que nos levantaba a los demás. Ahora quedamos Josep en Reus y yo aquí, pero incluso las nueras y los nietos, mis sobrinos, vienen cada año a ver a mi madre, y eso no tiene precio”.
Manoli cuenta que, realmente, el secreto de su madre, es el buen humor. “Tiene un humor increíble, una fuerza de voluntad tremenda que saca de donde haga falta, siempre ha sido una mujer muy trabajadora, el pilar de la familia y todos estamos tan unidos gracias a ella. Esperemos que la cosa siga igual muchos años”.
¡Muchas felicidades!