A partir de enero, la Tarjeta Intermodal de transportes contará con una bonificación del 50% en el precio del billete para parados de larga duración y ampliará la edad máxima de los menores para viajar gratuitamente, que pasa de los actuales cuatro años a los doce años, para favorecer así las economías familiares, especialmente las familias numerosas. «Se trata de medidas de carácter social con el objetivo de facilitar el acceso al transporte público a las familias ya aquellas personas sin trabajo», ha explicado el consejero Company.
Además, se alarga la caducidad de la tarjeta, que pasa de los cuatro meses actuales a un año; y se incrementa el tiempo de caducidad de la tarjeta destinada a pensionistas y colectivos especiales, que pasa de uno a cinco años, lo que evita que estas personas, a veces con movilidad reducida, tengan que renovar la tarjeta anualmente. La nueva tarjeta incluye mejoras tecnológicas que facilitarán el uso. A partir del año que viene se podrán cargar dos trayectos diferentes a una misma tarjeta. Así, un usuario que habitualmente hace un trayecto podrá añadir un trayecto alternativo en su tarjeta. Por ejemplo, una persona que diariamente hace el trayecto Inca – Palma para ir a trabajar podrá incluir en su tarjeta otro trayecto, por ejemplo, Palma-Calvià.
También se crea el billete reducido de ida y vuelta (que tiene un descuento del 50% para pensionistas y colectivos especiales) y que hasta ahora no existía, para evitar así que tengan que pasar por la ventanilla en cada trayecto. Además, con la entrada en vigor del nuevo sistema tarifario el billete reducido no se emitirá en papel sino que se carga en la tarjeta; de esta manera resultará personal e intransferible.
Cabe recordar que estas medidas entrarán en vigor coincidiendo con la de implantación del sistema tarifario integrado, el cual permitirá mejorar el control de acceso a las estaciones de tren y metro, disponer de información real del número de pasajeros y evitar el fraude que se produce actualmente, el cual se calcula que practica un 27% de los usuarios del tren y que supone un coste de 1,4 millones de euros anuales. También se incluye la instalación de un nuevo sistema de seguridad y vigilancia con cámaras que supervisarán todas las estaciones desde la Estación Intermodal, así como obras de accesibilidad en todo el corredor ferroviario.