La demanda eléctrica en Baleares se ha disparado este mes de julio protagonizando un aumento histórico del 15,7%, según informan desde la cooperativa Som Energia.
El período de fuerte calor vivido en el Archipiélago combinado con la intensa actividad turística de julio han conducido el sistema a batir los máximos históricos de demanda eléctrica situándose en 694.598 MWh, según los datos publicados por el operador del sistema eléctrico balear (Red Eléctrica). Esto representa un crecimiento extraordinario del 15,7% respecto al año anterior, un 7,1% más respecto al anterior máximo histórico de un mes de julio (2009) y un 3% superior a la anterior marca máxima mensual ( agosto de 2012).
En la península el crecimiento del a demanda se ha situado en el 11,2%. Las altas temperaturas también han causado que se supere el máximo diario de demanda histórico. Así, el miércoles 29 de julio la demanda en tiempo real marcó 24.441 MWh, a falta de sumar algunos datos de producción de pequeñas instalaciones que habitualmente llegan con más retraso. La hora de mayor demanda fue el mismo día a las 14h con 1.205 MWh. En el acumulado del año, hasta julio la demanda eléctrica balear aumenta la tasa de crecimiento hasta 7,1%. En cuanto a la evolución interanual, la tasa de crecimiento se duplica respecto al mes anterior hasta el 3,8%.
Destaca que durante el julio la aportación de las fuentes renovables ha sido muy escasa, solo un 1,8%. El gran aumento de la demanda sumado a que el potencial de producción renovable no varía hacen que la proporción de renovables vaya a la baja. La energía solar fotovoltaica aportó al sistema 12.302 MWh. La energía eólica del parque de Es Milán en Menorca produjo 309 MWh, ligeramente por encima de la media. Han predominado los vientos flojos de origen térmico pero algunos episodios de viento moderado de mistral y gregal han permitido que en sólo cinco días se generara el 50% del mes. Las puntas de demanda del día así como del año que coinciden con los períodos de mayor insolación se están satisfaciendo con mayor aporte de energías fósiles (carbón, gas, gasóleo, etc.). La conclusión es que, en uno de los lugares de mayor insolación de Europa, estamos desaprovechando el potencial del Sol en un momento en que la tecnología fotovoltaica alcanza niveles muy competitivos.