Televisión Española ha estrenado este lunes una de sus grandes apuestas de la temporada en ficción, ‘Carlos, rey emperador’ y lo ha hecho ante cerca de 2,5 millones de espectadores y un 14,2% de la audiencia. No es un mal dato, pero puede ser un flojo inicio si se repite como otras tantas veces el hecho de que el primer capítulo de una serie acaba siendo el más visto de la misma.
Este lunes tendrá una nueva prueba de fuego en la que demostrar si las andanzas históricas de Carlos I han enganchado a la audiencia tanto como lo hicieron las de Isabel la Católica.
En una entrevista antes del lanzamiento el CEO de Diagonal TV (productora responsable de la ficción), Oriol Ferrer, decía que la nueva serie no era una cuarta temporada de su predecesora ‘Isabel’. Precisamente esta realidad parece que es la que no se han tomado demasiado en serio en la productora.
El primer capítulo nos presenta el nuevo universo dando por sentado demasiadas cosas del anterior. Con el personaje de Cisneros, nuevamente encarnado por Eusebio Pocela, como nexo, introducen al espectador a un gran número de personajes hasta ahora desconocidos. Lo hacen soltándolos en muchos casos de manera abrupta, desvelando las relaciones que les unen de forma rápida y complicando el entendimiento. Parece así que se parte de la ficción anterior enlazándola como cuarta temporada y dando por supuesto que el espectador está habituado a los modos narrativos y a los tejemanejes de aquella época.
Deberían, quizá, haber optado por centrarse más en el personaje que da título a la serie, Carlos I y vertebrar a través de él el itinerario fabulado. No hubiera estado de más dedicar más tiempo a Álvaro Cervantes, actor que da vida al nuevo rey, e implicar al que está al otro lado de la pantalla sin que apenas lo notase. Pero optan por todo lo contrario, por soltar a todo el enjambre de personajes, por dar nombres y nombres, por presentar múltiples escenarios y poner en marcha las triquiñuelas y rivalidades de la corte.
No cabe duda de que con todas las fichas sobre el tablero de juego, capítulo a capítulo el espectador podrá digerir todo el contenido y entender lo que se vivió tras la muerte de Fernando el Católico. El tema está en ver si está indigestión ha echado para atrás a un buen número de potenciales fans.