Tres años después del inicio del conflicto en Siria, y según datos del ACNUR, más de tres millones de personas han abandonado sus hogares y han buscado refugio seguro en países cercanos como el Líbano, Jordania, Iraq y Turquía. Sólo el Líbano acogía, el 2014, más de un millón de sirios, cosa que supone una gran presión sobre los recursos y infraestructuras del país. Jordania aloja el segundo campo de refugiados del mundo: Za’atari, que acoge más de 100.000 sirios que han escapado de la guerra. Además, unos 6’5 millones de sirios están desplazados dentro del país.
Los niños son los principales afectados por este conflicto: 5’5 millones de menores están desplazados, según el ACNUR, y 10.000 han muerto debido a la guerra.
Nos encontramos con la crisis de refugiados más grande desde el genocidio de Ruanda, hace más de veinte años, y Europa se encuentra con una crisis humanitaria sin precedentes en tiempos de paz. Para el Consell “la respuesta de la Unión, ha sido lastimosa y deficiente: mientras que los países vecinos cargan con el peso del éxodo -el Líbano, Jordania, Turquía, Irak y Egipto acogen el 97% de los refugiados sirios-, el conjunto de la UE se ha ofrecido, hasta ahora, a acoger un número insuficiente”.
Muchos piensa que Europa está reaccionando a esta crisis con medidas aislacionistas que no están haciendo sino agravar el problema. Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), “las fronteras se están cerrando y las alternativas legales con las cuales cuentan los refugiados están desapareciendo”; esto hace que los refugiados no tengan ninguna vía de entrada legal y se vean abocados a buscarse en un futuro próximo entrar clandestinamente en Europa. Unas 300.000 personas desplazadas han llegado a nuestro continente en lo que va de año, cifra que supera el total registrado en el 2014.
Esta crisis humanitaria que arrastra a decenas de miles de personas a las puertas de Europa huyendo de la guerra y la violencia es aprovechada por la extrema derecha para sacar partido de su discurso xenófobo.
Por su lado, el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, así como otras entidades de ayuda a los refugiados, han instado a la Unión Europea a que dé acogida a las personas refugiadas garantizándoles un entorno seguro. “Las personas que huyen del conflicto, la inseguridad y la persecución tienen derecho a protección internacional, y los países tienen que garantizar que las personas que *migren puedan tener acceso a una asistencia humanitaria esencial. Cómo dice el artículo 14 de la Declaración Internacional de los Derechos Humanos “en caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo y a beneficiarse en otros países”.
En base a esta situación, el Consell de Mallorca a decidido:
Primero – Instar al Gobierno español a incrementar el apoyo, tanto financiero como técnico, al Plan de Respuesta Regional de Naciones Unidas para la crisis de Siria.
Segundo – Instar al Gobierno español a promover, en el seno de la Unión Europea y con las repúblicas balcánicas no comunitarias, una respuesta adecuada a la crisis humanitaria que se está viviendo en Siria. Así mismo, alentará el Gobierno español y al Govern de les Illes Balears a demostrar su compromiso y su solidaridad ante esta emergencia humanitaria y acoger de forma solidaria y responsable a las personas refugiadas que proponga la Comisión Europea, con prioridad para mujeres y niños en riesgo, personas con necesidades médicas o con discapacidades y otros con necesidades especiales de protección.
Tercero – Apoyar a las administraciones locales que decidan ofrecer su colaboración para acoger refugiados de forma temporal, en función de sus capacidades, a través de la coordinación de la Asamblea de Batles i Batlesses y del Fondo Mallorquín de Solidaridad, destinando los recursos necesarios para poder atenderlos de forma digna, profesional y responsable.
Cuarto – Declarar a Mallorca tierra de acogida y manifestar la solidaridad de los pueblos de la isla hacia los pueblos y las personas perseguidas o que huyen de la guerra.
