‘Gran hermano’ mantiene su hegemonía en la noche del jueves gracias a la gala que presenta Mercedes Milà y que en esta ocasión obtuvo 2.830.000 espectadores y un 14,9% en su formato ‘Express’ y 2.739.000 y un 22,7% en la gala propiamente dicha. La separación, meramente técnica, es una práctica habitual en los programas de primetime para elevar la cuota de pantalla.
En esta ocasión, la noche estuvo cargada de tensión ya que los porcentajes de votos entre los dos nominados Enrique y Suso -una vez descartada Amanda- estaban más ajustados que nunca.
Telecinco había dejado claro que quería que saliese Enrique con sus promociones y los vídeos ofrecidos durante la gala, algo lógico teniendo en cuenta que Suso ha sido uno de los protagonistas de la edición y terremoto imparable en la casa. Al final, por un escasísimo margen de votos, Suso regresó triunfal mientras el experto en ‘GH’ tuvo que conformarse con cruzar las puertas del plató para vivir su entrevista con Mercedes Milá.
Suso había prometido entrar como un vendaval, pero su estancia en la sala de expulsiones con Enrique sirvió para serenar los ánimos. Hablaron y arreglaron sus diferencias de modo que el de Barcelona apareció mucho más calmado y racional.
Además, tuvo la suerte de hacerse con el comodín para salvar a uno de los nominados de la lista y lo utilizó para ser inmune. Por ello, y tras las nominaciones nuevamente a la cara, quedaron en la palestra Vera, Ivy y Han, que protagonizarán una semana mucho más relajada ya que la previsión es que la mexicana sea la expulsada.