Los vecinos y vecinas expusieron, una a una, la multitud de deficiencias que tiene este espacio de ocio al que una vecina llegó a catalogar de “parque tercermundista”
En la tarde de este pasado miércoles tuvo lugar en el parque público que hay en la calle de Can Malvasía del Pont d’Inca una reunión entre miembros del Ayuntamiento y unos 25 vecinos y vecinas usuarios del parque.
Por parte de Ayuntamiento estuvieron presentes, Cristina Alonso, regidora, responsable, entre otras áreas, de Parques y Jardines, Andrés Campuzano, regidor de Vías y Obras y Antoni Mangiova, regidor de Seguridad Ciudadana, áreas que, de una manera u otra, tienen la responsabilidad de que los parques de nuestro municipio se encuentren en óptimas condiciones.
La intención de esta reunión con los vecinos era recabar toda la información necesaria para intentar solucionar la multitud de problemas que tiene el Parc de Malvasía. Hay que decir que hace mucho tiempo que los vecinos y vecinas vienen quejándose de las grandes deficiencias y de la inseguridad que sufre el parque.
Los regidores y la regidora pudieron recoger de primera mano las quejas y sugerencias de los vecinos y vecinas, que expusieron, una a una, la multitud de deficiencias que tiene este espacio de ocio al que una vecina llegó a catalogar de “parque tercermundista”.
Los problemas y deficiencias más destacables que el grupo de vecinos expuso a la comisión municipal son: la inseguridad que padece el parque por ser un lugar, afirmaron, utilizado para el consumo de drogas que lleva al abandono indiscriminado de jeringuillas, con el riesgo que ello conlleva, especialmente para los niños. El tema de drogas e inseguridad lo vincularon directamente con los setos que rodean el parque, que tienen una altura de algo más de 2 metros y que para los vecinos son los que ofrecen a los drogadictos la “intimidad” necesaria para inyectarse, no olvidaron exponer la falta de iluminación, que también, dijeron, contribuye a ello.
En el tema de los setos, la solución inmediata que propuso Cristina Alonso, es la poda de los mismos a una altura de más o menos un metro, por lo que el interior del parque seria visible desde la calle, perdiendo así parte del atractivo para los yonquis . Otro problema del parque es la falta de sombra, ya que los escasos árboles existentes no la proporcionan, en este caso la solución ha quedado a la espera de saber que especie de árbol se podría sembrar, ya que las raíces de la mayoría de árboles levantan el suelo.
La falta de vigilancia policial en la zona fue otro de los temas que más preocupan y que expusieron a Antoni Mangiova como responsable de seguridad ciudadana, éste se comprometió a tomar medidas para mejorarla. Todo esto, junto a la queja por la entrada de perros en el parque, la escasez de columpios (solo hay 2) y la peligrosidad de la escalera que da acceso a la casita tobogán, son quizás las quejas más destacables que los vecinos expusieron a los responsables del Ayuntamiento.