Entre enero y julio de este 2017, la Dirección General de consumo del Govern ha inmovilizado más de 53.000 unidades de productos que suponían un riesgo para la salud de los consumidores o que presentaban deficiencias en la etiqueta. Cabe destacar que el 95 % de estos artículos han sido juguetes y el 5 % restante productos de tipo industrial y eléctrico.
Un 56% de los objetos retirados del mercado, concretamente 30.255, han sido destruidos. La mayoría han sido los juguetes de tipo girador —denominados también spinners—, de los cuales se han destruido 13.500 unidades porque se desprendían piezas pequeñas o porque el acceso a la pila era demasiado fácil.
El resto de objetos retiraros preventivamente se han retornado al mercado, una vez corregidas sus deficiencias, o han sido enviados a los proveedores.
Por otra parte, la Dirección General de Consumo ha publicado 12 notificaciones en la Red de Alerta de Productos Industriales de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimenticia y Nutrición (Aecosan) del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. De estas doce alertas para la retirada de productos, ocho corresponden a juguetes; dos, a disfraces o a artículos de broma, y dos más, a pequeños electrodomésticos.
Los artículos para niños que se han incluido en la alerta son un juego de herramientas, un juego de objetos de cocina, dos coches, una muñeca, un tablero de madera con letras extraíbles, un juguete ventilador con silbato extraíble y una pelota de goma antiestrés. Todos presentaban riesgo de asfixia porque se desprendían sus piezas. También se han retirado dos máscaras de animales porque eran inflamables y dos secadores de pelo porque comportaban un riesgo de choque eléctrico.