Las temperaturas podrían estar ligeramente por encima de lo normal en el nordeste, pero por debajo en Extremadura, Andalucía o Canarias
Se podría vivir un verano menos cálido que el del año pasado y con menor probabilidad de incendios graves
Las precipitaciones podrían dar tregua en el nordeste, pero afectar puntualmente a puntos del norte y noroeste
Hoy, 21 de junio a las 12.07, hora peninsular, da comienzo el verano. Después de una primavera lluviosa todo el mundo tiene puesta su mirada en los próximos meses. ¿Viviremos un verano atípico?, ¿continuarán las lluvias en verano?, ¿o por el contrario volveremos a sufrir largas e intensas olas de calor?
Eltiempo.es, portal de información meteorológica, presenta un análisis de cómo se prevé este verano 2018.
Cerramos una primavera lluviosa
Marzo fue un mes muy frío en el cual la temperatura media del país se quedó en solo 10ºC, convirtiéndose en el tercer mes de marzo más frío del siglo. Además, fue un mes especialmente lluvioso y es que llovió un 347% más de lo que suele llover, siendo uno de los meses de marzo más lluviosos de nuestra historia.
Abril fue un mes cálido, pero de nuevo lluvioso, con un 37% más de precipitación. Mayo ha sido un mes protagonista con las tormentas que han producido generosas lluvias en muchas zonas y complicaciones con inundaciones, caídas de rayos y granizo. Mayo ha venido marcado por la entrada de sucesivas DANAs a nuestro país, algo que ha inestabilizado la situación en la mayor parte de España.
Y comenzamos un verano… no tan caluroso como otros
Las previsiones basadas en los principales modelos de previsión estacional indican que podríamos tener un verano no tan cálido como los últimos años. Las temperaturas podrían estar ligeramente (entre 0.5-1ºC) por encima de lo normal en el nordeste y algunas zonas del centro peninsular (Aragón, Cataluña, Navarra, La Rioja, País Vasco, norte de la Comunidad Valenciana, este de Castilla y León y Madrid), en Baleares se esperan temperaturas dentro de la normalidad. En cambio, en el suroeste peninsular podrían estar por debajo de lo normal, así como en las Islas Canarias. En el resto, las temperaturas estarían dentro de lo normal.
Esto no quiere decir que no vaya a hacer calor, sino que todo parece indicar que es probable que no haga tanto como otros años en los que se han vivido temperaturas extremas y de récord.
¿Cuál es el motivo?
La causa de esta situación se encuentra en las aguas del Atlántico tropical, más frías de lo normal, algo que no ocurría desde hace varios años, como en 1989 o 1994. Al encontrarse esta zona bajo un anticiclón bien estancado, se está produciendo más evaporación, intensificándose el régimen de los vientos en la zona y produciendo el afloramiento de aguas más profundas y frías. Esto puede provocar que las intrusiones de masas de aire subtropical hacia España nos sean tan cálidas como otros años, produciendo que las temperaturas no sean tan elevadas y que haya anomalías negativas en el sur peninsular.
El hecho de que en el nordeste se tengan temperaturas ligeramente por encima de lo normal podría estar asociado a la influencia de altas presiones en el norte y este de Europa.
¿Continuarán las lluvias los próximos meses?
Todo parece indicar que las precipitaciones tenderían a estar por debajo de lo normal en el nordeste, posiblemente asociado a esa influencia de las altas presiones en la zona, y por encima de lo normal en zonas del norte y noroeste peninsular.
Debido a que los modelos muestran una tendencia a un patrón de presión dominante en el norte de Europa de un anticiclón bien anclado y otro sobre las Azores, la corriente el chorro es probable que se ondule en muchos momentos produciendo entradas de precipitaciones que podrían afectar a Galicia, Asturias, Cantabria, Castilla y León y, puntualmente, a la Comunidad de Madrid.
Menor probabilidad de incendios y fuertes olas de calor
La parte positiva de este pronóstico sería la menor probabilidad de tener intensas y largas olas de calor (lo cual no quiere decir que no se produzcan, sino que son menos probables). El hecho de que las temperaturas se mantengan dentro de lo normal en muchas zonas o, incluso por debajo, también podría ayudar a que se tenga una menor probabilidad de incendios graves en España.