Organizada por el área de Salud y Consumo, se llevará a cabo hasta el 31 de marzo de 2019
Doce veterinarios colaboradores se encargarán de llevar a cabo los análisis y comunicarán los resultados al propietario en el plazo de dos días
El Ayuntamiento, a través del área de Salud y Consumo, lleva a cabo entre el 1 de noviembre y el 31 de marzo de 2019 una campaña de control sanitario de cerdos que se destinan al consumo privado dentro del término municipal. El objetivo es informar a los propietarios de cerdos que vayan a ser sacrificados para consumo privado de la obligatoriedad de llevar a cabo un análisis de detección de la triquinosis.
La triquinosis es una enfermedad causada por la triquina, que se puede transmitir a los humanos a partir de alimentos procedentes de cerdos que contienen este parásito.
Así, las personas que lleven a cabo el sacrificio de animales de la especie porcina para destinarlos al consumo privado están obligadas a hacer el análisis de la Trichinella, para la detección de triquinas en la carne, según establece específicamente un decreto de la Conselleria de Salud y Consumo. En este sentido, se deben poner en contacto con el área de Salud y Consumo (en el teléfono 971 79 46 43) del Ayuntamiento, que los derivará a uno de los 12 veterinarios que colaboran en la campaña.
El veterinario recogerá directamente del cerdo sacrificado la muestra a analizar en el lugar donde se lleve a cabo la matanza o la recibirá de los propietarios en la forma, tiempo y lugar que el profesional establezca. En todo caso, el veterinario identificará la muestra, y hará el análisis correspondiente en el plazo de dos días hábiles a partir del sacrificio del animal.
Una vez conocidos los resultados del análisis, el veterinario los comunicará al propietario, así como las medidas a tomar. En el caso de resultado negativo de la muestra, el veterinario se encargará de destruir los restos, mientras que si es positivo deberá comunicarlo al Servicio Veterinario Oficial (SVO), el cual inmovilizará y destruirá la carne y los derivados de la misma muestra.
El área de Salud y Consumo del Ayuntamiento aprovecha la campaña para recordar que, según la legalidad vigente, es obligatorio aturdir (producir un estado de inconsciencia) a los cerdos antes de sacrificarlos.