Aunque el proyecto de reforma del cuartel ya está aprobado y a punto de su adjudicación, un portavoz de los manifestantes asegura que, “hasta que no se liciten las obras no hay obligación de cumplimiento”
Según el alcalde Joan Francesc Canyelles, “el problema es una discrepancia exclusivamente económica”
Esta mañana sobre las 10:30h., ha tenido lugar la segunda movilización de protesta que la Policía Local de Marratxí ha llevado a cabo frente al Ayuntamiento en apenas una semana . Al igual que la primera convocatoria, que tuvo lugar el pasado lunes día 11, los presentes, unas 15 personas (entre miembros de la Policía Local y del sindicato CCOO), han procedido a realizar pitadas y proclamar consignas al grito de: “No il·lusions, volem solucions” y “Alcalde dimisión” (ver video abajo).
Las reivindicaciones siguen siendo las mismas que la semana pasada, así como la respuesta del Ayuntamiento, mientras los manifestantes reivindican una mayor inversión en medios y una mejora de las condiciones del cuartel, desde el Ayuntamiento insisten en que todo está en proceso, las inversiones, en concreto los chalecos y las nuevas armas, «están a punto de ser entregadas por la empresa concesionaria, así como los desfibriladores».
En referencia a la reforma del cuartel, desde el consistorio se asegura que el proyecto de reforma ya está aprobado y a punto de su adjudicación, afirmación que no satisface a los manifestantes, ya que, aseguran, “hasta que no se liciten las obras no hay obligación de cumplimiento”.
A raíz de las reivindicaciones policiales, el Ayuntamiento entregó la semana pasada un dosier a la prensa en el que se detallan las inversiones previstas (ver artículo publicado por Diario de Marratxi). En el informe se puede ver reflejado el importe de la adquisición del material (que incluye vehículos), cuya inversión asciende a un total de 130.000€, además de los 180.000€ para la remodelación del cuartel.
En palabras del alcalde, Joan Francesc Canyelles, que posteriormente ha recibido a los medios de comunicación presentes en la protesta de esta mañana, “el problema es una discrepancia exclusivamente económica”.