Por el momento se le atribuye dos delitos de hurto y un robo con fuerza, sin descartar que pueda estar implicada en otros hechos ya que la investigación continúa abierta
La mujer estuvo trabajando por un período de dos años y atendió a un total de 96 ancianos
Agentes de la Policía Nacional han detenido el pasado miércoles a una mujer de 51 años de edad, española, como presunta autora de diversos hurtos y robos de joyas a ancianos a los que prestaba servicio de atención domiciliaria.
La mujer comenzó a trabajar en el año 2016 para una empresa que prestaba servicio domiciliario a personas de edades muy avanzadas, con problemas de movilidad y en muchos casos neurológicos. En esas fechas la detenida estaba pasando por graves dificultades económicas, que la habrían llevado a pedir un préstamo a un usurero del barrio de Son Gotleu que se vio incapaz de pagar.
Las amenazas recibidas de éste la habrían movido, según versión de la propia detenida, a comenzar a aprovechar la vulnerabilidad de las personas a las que cuidaba para apoderarse de sus joyas para luego venderlas.
La Policía comenzó la investigación al recibir la denuncia de una de las víctimas de 93 años de edad, que se dio cuenta de la falta de algunas de sus joyas meses después de que la detenida dejase de trabajar para la citada empresa.
Los investigadores comenzaron a indagar el entorno de la víctima, comprobando que una de las personas que había trabajado en su vivienda había vendido hasta 48 lotes de joyas durante el tiempo que trabajó para la citada empresa, hasta finales de 2018, en el cual atendió a un total de 96 ancianos distintos.
Los investigadores trabajaron sobre la hipótesis de que las ventas se relacionaban con las fechas en que había empezado a trabajar en esas casas, pero hasta el momento solamente se ha logrado identificar a dos víctimas más, ambas ya fallecidas, pero cuyos familiares han aportado información que ha permitido imputarle un segundo hurto, y el robo de joyas que la detenida sacó de la caja fuerte de la tercera anciana, al parecer tras encontrar escondida la llave que permitía abrir la misma.
Una vez detenida la mujer facilitó el registro de su vivienda y aunque aseguró que las primeras joyas que vendió en 2016 eran de su propiedad, admitió que el resto de ventas eran procedentes de sustracciones a diversos ancianos que tuvo a su cuidado, las tres ya referidas y un número aún por determinar, ya que el hecho de que bastantes de las personas a las que atendió entre 2016 y 2018 ya han fallecido y que la mayoría de las restantes tienen problemas de memoria graves está dificultando acreditar el origen de todas las joyas vendidas por la detenida, si bien la investigación sigue abierta y se prevé imputar nuevos hechos a esta mujer, que ha pasado en la mañana de hoy a disposición del Juzgado de Guardia.