En el piso viven un matrimonio junto a sus cuatro hijos, uno de ellos menor, y dos bebés de una de sus hijas
Una vez más, y van doce, ha sido suspendido el desahucio de una familia que reside en un piso situado en el Camí de Sa Cabana del Pont d’Inca. Esta vez, según el abogado de la familia, no habían recibido ninguna notificación ya que, de momento, y debido a una resolución de la ONU y la intervención del abogado del estado, no se podía poner nueva fecha para el desalojo su vivienda.
Esta mañana la familia se ha visto sorprendida por este nuevo intento de desahucio por lo que inmediatamente se ha puesto en contacto con la organización STOP Desahucios, cuyos activistas se han presentado inmediatamente para que el desalojo no se llevara a cabo. En la vivienda ya se encontraba la comisión judicial, Policía Local y la Guardia Civil, incluso los cerrajeros, que han llegado a subir al domicilio una puerta de seguridad que han tenido que volver a bajar tras cancelarse el desalojo.
En el domicilio, propiedad de Cajamar, viven un matrimonio junto a sus cuatro hijos, uno de ellos menor, y dos bebés de una de sus hijas. La familia hace tiempo que está pasando una mala situación económica, lo que hace que no pueda hacer frente a los pagos del alquiler a dicha entidad bancaria.
Según una de las hijas, la madre ha tenido que ser atendida por un ataque de ansiedad.
Me parece vergonzoso que un banco que ha sido rescatado con dinero de los ciudadanos los eche a la calle. Deberían devolver hasta el aire que respiran.