La Guardia Civil ha incautado 6.900 punteros láser, de los clasificados como peligrosos, en un almacén de venta al por mayor ubicado en Marratxí. La acción, dirigida por la Patrulla Fiscal y de Fronteras de la Guardia Civil de Calvià, se desarrolla el pasado 10 de julio, apenas un mes después de que la Delegación del Gobierno pusiera en marcha un protocolo de actuación para combatir el uso de estos dispositivos contra los aviones.
Un protocolo que nació precisamente con la intención de actuar tanto de forma preventiva contra la venta y el uso de dispositivos ilegales, como para perseguir este tipo de infracciones tras el aviso de los pilotos.
Dicho protocolo, incluye medidas preventivas como la retirada, en tiendas y almacenes, de los dispositivos láser que no cumplan la legislación vigente y la actuación policial desde el aviso que realizan los propios pilotos afectados. E incluye también actuaciones contra los dispositivos láser de salas de fiesta, por considerar que también pueden incumplir la normativa y que, de la misma forma, podrían afectar a los aviones que aterrizan en los aeropuertos de Baleares.
[colored_box color=»green»]Un delito que pone en peligro la seguridad aérea[/colored_box]
Como viene ocurriendo desde hace varios veranos, en las últimas semanas han proliferado las quejas debido al uso de punteros láser de forma negligente en zonas turísticas, estadios de fútbol y, sobre todo, en las proximidades de las pistas y de los pasillos aéreos de los principales aeropuertos de las Islas.
Este tipo de punteros láser de clase 3 o superior, solo puede ser empleado para uso profesional específico, ya que un mal uso de este producto puede provocar lesiones en la vista y cegueras temporales.
Igualmente la venta de estos productos debe reunir unas medidas de seguridad y etiquetaje específicas según el estatuto de los Consumidores y Usuarios de Baleares.
Desde la Delegación del Gobierno recuerdan a los ciudadanos del peligro que supone la utilización de estos punteros láser contra aeronaves en inmediaciones de los aeropuertos, sobre todo en las maniobras de despegue y aterrizaje, ya que pueden deslumbrar a los pilotos de los aviones. Además su uso puede constituir una infracción al artículo 66.4 de la Ley Penal 209/64 de Navegación Aérea.