El Consell de Mallorca y la Consejería de Salud y Consumo han firmado un convenio para ceder 30 plazas de la residencia de Pòrtol a pacientes hospitalarios que requieran atención sociosanitaria. El anuncio, realizado por la presidenta del Consell, Catalina Cladera, y la consejera de Salud, Patricia Gómez, prevé tiene un importe de 1,2 millones de euros. La Consejería pagará 115 euros diarios por plaza, mientras el paciente reciba atención sociosanitaria y rehabilitación al largo seis meses. Después será el Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) el que asuma el pago del gasto que se genere.
La residencia de Pòrtol, que abrirá en verano con 100 plazas, tendrá gracias a este convenio 30 plazas destinadas a pacientes de más de 65 años o a partir de 55 con alguna discapacidad reconocida, con gran complejidad clínica y dependencia temporal o permanente; o bien a pacientes con úlceras por presión vascular que necesitan curas continuadas de alta complejidad que no se pueden hacer en su domicilio; a personas con enfermedades neurodegenerativas; o a pacientes pendientes de una plaza en un hospital sociosanitario.
La finalidad de la estancia será “proporcionar las curas necesarias” a los usuarios con déficits funcionales y cognitivos mediante la aplicación de medidas de apoyo y preventivas, al incluir la atención social, el tratamiento psicológico, médico y rehabilitador “ajustado a las necesidades del usuario”, ha apuntado el Consell.
Cladera ha explicado que estas plazas irán destinadas a aquellas personas que necesiten prolongar su estancia en un centro sanitario, con el objetivo ofrecerles “una mejor atención”, puesto que pueden requerir “curas complejas” y por no ser “fácil” prestar estos a domicilio, se les “brinda la posibilidad de tener un espacio en una residencia”, según Europa Press.
“Se trata de pacientes que necesitan estancias largas para curarse y ser atendidos desde la atención sociosanitaria, y así también se liberan plazas en los hospitales”, ha puntualizado la presidenta de la institución insular. Preguntada por el porqué de este plazo de estancia de seis meses, Gómez ha remarcado que se trata de la media que hay en el Hospital Joan March o Sant Joan de Deu durante los periodos de “convalecencia y rehabilitación en general, porque hay muchas personas mayores que pasan por un hospital y después necesitan más tiempo para acabarse de recuperar” y en la Consejería consideran que “el entorno residencial es más adecuado que un hospital”.