El Palma Futsal compitió a un buen nivel pero la diferencia en las áreas acabó marcando la diferencia. Consiguió igualar el partido en dos ocasiones pero ya no pudo con los dos goles de los locales en la segunda mitad. El Palma Futsal tendrá que ganar el sábado en Son Moix si quiere forzar el tercer partido y mantener las opciones de título.
Son Moix tendrá la última palabra el sábado. El Palma Futsal sucumbió en el Palau Blaugrana en el primer partido de la final y tendrá que ganar en su casa para tener opciones de título tras la derrota por 4-2 en Barcelona en un partido muy disputado en el que las áreas fueron decisivas. Los mallorquines consiguieron igualar el encuentro en dos ocasiones pero les faltó acierto en las pocas ocasiones que hubo para sorprender al campeón, que tendrá la opción de revalidar el título en Palma.
Se presumía un partido igualado y que se iba a decidir en cualquier detalle. Los dos equipos sabían de las cualidades del rival por lo que tocaba jugar en bloque, sin dejar espacios y evitar los riesgos. Esto hizo que las ocasiones brillaran por su ausencia y fuera un partido muy táctico desde el comienzo. Dos equipos que quieren ser protagonistas y que trataron de cubrir los espacios cuando tocaba defender y combinar bastante con el balón cuando tocaba atacar. El partido avanzaba rápido y sin ocasiones. Pito tuvo la primera para los locales con un lanzamiento que se marchó cruzado antes de que Dyego sorprendiera a Fabio con un lanzamiento desde la banda que se metió entre las piernas del cancerbero del Palma. La respuesta del Palma Futsal no se hizo esperar y Nunes calcó la jugada del gol local pero Dídac salvó sobre la línea. Era un gol en contra pero quedaba mucho partido por delante y tocaba seguir peleando sin mirar el marcador. Higor empató el partido con un golazo. Se marchó de su marcador y ante la salida del meta rival picó el esférico para igualar el partido. Era tal la intensidad defensiva de ambos equipos que los dos se cargaron de faltas hasta llegar a cubrir el cupo de las cinco. Tocaba defender sin red. Marlon y Mancuso probaron fortuna pero el trabajo defensivo de ambos equipos obligaba a buscar el tiro exterior. Dyego fue clave para su equipo. En una acción por la banda izquierda busco el espacio interior para enganchar otro disparo que sorprendió a Fabio y adelantar de nuevo al conjunto catalán, que sacaba partido de la inspiración de una de sus estrellas. Los de Antonio Vadillo tuvieron varias ocasiones para empatar antes del descanso pero Dídac lo evitó. El meta paró un doble penalti a Mancuso y un buen lanzamiento de Tomaz.
Tocaba un esfuerzo extra en la segunda mitad. El inicio fue perfecto para los mallorquines porque nada más reanudarse el partido marcaron el empate en un error en la salida de balón del rival y Nunes no perdonó a puerta vacía. No iba a ser fácil para ninguno de los dos y el Palma Futsal demostraba, otra vez más, que es muy competitivo en cualquier escenario y frente a cualquier rival. El guion de inicio fue como en la primera parte y muy igualado. Nadie tenía el dominio claro del partido y el Barça, que intentaba tener la posesión, se encontraba con un rival bien plantado defensivamente, sin espacios y capaz de crear peligro a la contra por lo que tampoco podía despistarse. Mancuso tuvo una ocasión clarísima lanzando fuera el balón cuando tenía toda la portería para él. El Palma Futsal perdonaba. Con el paso de los minutos, el Barça trató de adelantar las líneas para que el Palma defendiera más cerca de su portería. Fabio paró dos remates del rival y el equipo balear trabajó bien en defensa para evitar que los locales encontraron los espacios y a la contra creaba peligro. Nunes lanzó un disparo cruzado que Higor no consiguió desviar a gol. Otra clara. El Barça buscaba presionar al Palma y encontró fortuna con otro disparo exterior centrado de Adolfo que sorprendió de nuevo a Fabio. Otra vez tocaba remar con el resultado en contra. No era un partido con espacios y esto dificultaba el reto porque cada vez quedaba menos tiempo. El Barça se hizo con el balón para defender el resultado y evitar que lo tuviera el rival y la estrategia le salió bien porque dificultó que el Palma pudiera salir con claridad y defendía en la frontal de su portería. El partido se puso muy cuesta arriba con el cuarto de Ferrao. El pívot brasileño penetró desde la banda y busco el espacio para soltar un latigazo que acabó con el balón en la escuadra. Tocaba correr para reducir la ventaja. Además, los mallorquines llegaron a la quinta falta. Más difícil todavía. Vadillo apostó por Eloy como portero-jugador para tratar de reducir la ventaja en la recta final del partido pero ya no hubo tiempo para reaccionar y el Barça defendió con Dídac evitando que los isleños se metieran en el partido.
