Hasta 33 polluelos de buitre negro han nacido y sobrevivido en Mallorca este año consiguiendo mantener los registros en lo más alto.
La cría de buitre negro de este año ha finalizado con un total de 33 polluelos exitosos, de las 41 parejas que se han censado este año en el Paraje natural de la Serra de Tramuntana. Estos ejemplares jóvenes empiezan a emprender el vuelo ahora, durante el mes de septiembre, unos cuatro meses más tarde de haber nacido.
El número de crías es similar al del 2019, cuando se logró el máximo, 34, desde que se inició el recuento por primera vez, a raíz de la puesta en marcha del plan de recuperación, en 1982. Este año se cifraban 20 ejemplares y se confirmaba el riesgo de extinción. Desde entonces, la evolución ha sido positiva teniendo en cuenta que entre el año 1980 y el 1985 se identificaron cinco nidos y no llegaban a los dos polluelos volanderos por año.
En cuanto al buitre leonado, se han contado 21 polluelos, 6 de los cuales han nacido en la nueva zona de cría detectada, este verano, más hacia el interior de Mallorca. El establecimiento de una nueva zona de nidificación podría haber sido la causa de contar con seis polluelos más respecto del año pasado, cuando se contaron 24 parejas que sacaron adelante 15 crías. Esta cifra es similar a la que se registró los cinco años anteriores.
Este es el resultado del recuento que realizan los Agentes de Medio Ambiente para el Servicio de Protección de Especies, y que está dentro del ámbito del seguimiento previsto en el Pla Terrasse de Recuperación, Conservación y Seguimiento de las rapaces diurnas de las Islas Baleares. Además, entre las actuaciones del Proyecto ARES II (Actuaciones de recuperación de Especies Silvestres) se han marcado dos polluelos de buitre negro con emisores GPS para conocer mejor su biología y sus movimientos por la isla en busca de comida y dispersión, información que puede ser capital cómo, por ejemplo, en cuestiones de seguridad aérea.
Los datos de este año constatan el mantenimiento de las dos poblaciones. Hay que tener en cuenta, pero, que esta especie pone un solo huevo por año y que las molestias en las zonas de cría pueden hacer fracasar la puesta. Por eso es importante respetar los caminos y las restricciones de paso en los espacios naturales.
Además, el último censo de la población total de buitre negro, el octubre pasado, contabilizó 332 ejemplares, el triple que diez años atrás, cuando se censaron 123.
Actualmente, el buitre negro se encuentra fuero de peligro crítico gracias al programa de recuperación iniciado hace cuarenta años. En estos momentos figura como vulnerable en el Catálogo Balear de Especies Amenazadas y el objetivo es mantener la especie hasta lograr un nivel demográfico adecuado.