Netflix ha estrenado ‘Smiley’, adaptación televisiva de la obra de Guillem Clua con Carlos Cuevas y Miki Esparbé al frente del reparto. Con el amor como hilo conductor, se teje una serie cargada de alegría, de miedo, de comedia, de drama y esperanza, que está conectado con la audiencia.
‘Smiley’ se ha convertido en un nuevo fenómeno de Netflix. La ficción, que adapta la obra de Guillem Clua se ha estrenado este miércoles 7 de diciembre y la audiencia ha aprovechado bien los festivos para devorarla de una sentada.
La serie, de ocho capítulos, tiene el amor como eje central. Álex (Carlos Cuevas) es un joven camarero que rinde culto al cuerpo apuntado en dos gimnasios. Su última ruptura le deja tan tocado, que llama al chico desde el fijo del bar y le suelta una parrafada sobre el amor y cómo se ha sentido. Pero se equivoca de número y quien recibe el mensaje es Bruno (Miki Esparbé), un arquitecto desencantado con el amor, que siente que es imposible encontrar al chico perfecto.
Decide llamar al bar para informar a Álex de que se ha equivocado con su llamada y su conversación les lleva a concertar una cita a ciegas. Entre ellos surge una atracción extraña porque son completamente opuestos en muchos aspectos vitales. Discuten y se acusan de ser un chiché, pero terminan acostándose y disfrutando de una intensa y memorable noche de placer. Por la mañana, ambos quieren prolongar el encuentro, pero su orgullo les impide admitirlo y acaban despidiéndose. Será el inicio de un tira y afloja lleno de equívocos que los alejarán y los llevarán a los brazos de otros hombres.
Pepón Nieto se mete en la piel de Javi, el dueño del Bar Bero donde trabaja Àlex. Es drag y tiene un exitoso espectáculo. La mejor amiga del camarero es Vero (Meritxell Calvo), lesbiana y socia de Javi. Lleva siente años con Patri (Giannina Fruttero), pero siente que hay algo que no termina de funcionar.
Eduardo Lloveras y Ruth Llopis encarnan a la pareja heterosexual. Son Albert y Núria, un matrimonio en crisis existencial. Él es el mejor amigo de Bruno; los dos trabajan juntos en el estudio de arquitectura del madre de Núria; ella está de baja maternal y desea volver al restaurante. Ramon Pujol es Ramón, arquitecto enamorado de Bruno, que no deja de tirarle los tejos. Cedrick Mughisha encarna a Ibra, un joven senegalés que trabaja en el mercado y que pondrá sus ojos en Bruno.
La historia de amor maduro la conforman inicialmente la madre de Álex, Rosa (Amparo Fernández) y Ramiro (Carles Sanjaime). Él era su mejor amigo, pero desapareció hace más de 30 años. Rosa cree que estaba enamorado de ella, pero descubrirá que a quien realmente amaba era a su marido y que se marchó tras una noche de pasión con él. Ramiro dará voz a ese pasado en el que la homosexualidad estaba perseguida y no había lugar para el amor sino para el silencio. Ha vivido toda su vida surcando los mares y ahora se siente muy necesitado. Conectará con Javi.
‘Smiley’ va jugando con sus personajes aprovechando todos los recursos de guion y técnicos para enredar al espectador en sus dramas y deseos. Apuesta por el amor y por la esperanza construyendo una historia llena de emociones.