La jornada de voluntariado de limpieza se enmarca dentro del programa Let’s Clean Up Europe 2023
El conseller de Medio Ambiente y Territorio en funciones, Miquel Mir, el director general de Residuos y Educación Ambiental en funciones, Sebastià Sansó, y el regidor de Medio ambiente del Ayuntamiento de Calvià en funciones, Rafel Sedano, han participado, este martes, en la jornada de voluntariado de limpieza de residuos en el Área Biológica Crítica (ABC) de Magaluf.
La actividad ha sido organizada por el Ayuntamiento con la colaboración de Cruz Roja y se enmarca dentro del programa Let’s Clean Up Europe 2023. El objetivo ha sido limpiar esta zona de especial interés biológico y sensibilizar al público en la protección del medio ambiente, concretamente, con los problemas de los residuos especialmente a la zona prelitoral.
Durante la jornada se han retirado 830 kilos de residuos que se han separado por fracciones para ser trasladados al centro de transferencia correspondiente. Así, se han recogido 400 kilos de fracción rechazo, 200 kilos de hierro, 150 kilos de vidrio y 80 kilos de envases.
Mir ha agradecido el trabajo de los voluntarios y voluntarias durante la jornada, así como su interés «por preservar un ecosistema esencial como es el área biológica crítica de Magaluf y concienciar a la ciudadanía de la importancia de evitar residuos en zonas como estas, puesto que comprometen los hábitats terrestres y marinos».
El prado de Magaluf era una antigua zona húmeda de Calvià dedicada a la producción salinera que se había degradado por completo desde la construcción de infraestructuras e instalaciones hoteleras.
Esta zona constituye un ecosistema esencial con una alta biodiversidad botánica. Dentro de una superficie de 9 hectáreas es posible encontrar hasta cinco especies endémicas de saladinas (Limonium magallufianum, L. boirae, L. carvalhoi, L. ejulabilis y L. Inexpectans). Las cuatro últimas están catalogadas en peligro de extinción en el Catálogo Balear de especies amenazadas. Ocupan superficies reducidas al prado y con un número de individuos bajo. Todo esto determinó la designación de la zona como Área Biológica Crítica a raíz de la cual se hicieron una serie de actuaciones como cierres y retirada de basura con la colaboración del Ayuntamiento de Calvià y la propiedad.
Los impactos como el paso de las personas, el vertido de estiércoles y escombros, la reducida cantidad de individuos, las especies exóticas invasoras, etc. ponen todavía en peligro la supervivencia de estas especies únicas. Una de las principales amenazas fue, en un principio, la calificación de los terrenos como urbanizables. La desclasificación ha permitido parar algunos proyectos constructivos y crear una zona verde muy conservada para la ciudadanía.