ARCA ha pedido al nuevo equipo de gobierno del Ajuntament de Palma que se mantengan los bordillos de piedra en Son Forteza y en todos los barrios de la ciudad.
ARCA ha solicitado al futuro nuevo equipo de gobierno de Cort que garantice el mantenimiento del bordillo de piedra en las aceras de Palma.
Consideran que la piedra tiene una categoría estética y durabilidad mayor que no tiene el hormigón. «El bordillo de piedra tiene un valor patrimonial porque fue el método elegido para acabar las aceras hace ya muchos años, es parte de nuestro paisaje urbano y de la memoria de la gente», han expuesto.
UNA REIVINDICACIÓN HISTÓRICA
Explican que «resulta indignante que técnicos y políticos en los últimos años haya propiciado el expolio de un material de categoría para vulgarizar el espacio urbano».
ARCA ha venido denunciando esta situación desde hace años, como ejemplos el Terreno, Rafal Vell, Son Oliva y diferentes puntos del Ensanche de Palma.
Consideran que el Ayuntamiento de Palma «debe revertir la negativa dinámica impulsada en los últimos años de sustituir los valiosos bordillos de piedra que ya están colocados en nuestras aceras desde hace decenas de años por otros prefabricados de hormigón».
Además, han pedido que en las obras de mejora de aceras y reasfaltado, se mantengan los niveles preexistentes, siempre mejorando la evacuación de las aguas de lluvia, porque muchas veces la excusa para eliminar los bordillos es que es más fácil y barato reasfaltar y embaldosar encima de lo existente. Ese incremento de altura, además, provoca graves problemas a las plantas bajas porque favorece la entrada de agua en caso de lluvias fuertes.
FALTA DE CRITERIO COMÚN EN EL GOBIERNO DE LA CIUDAD
Explican que «paradógicamente, en algunas calles reformada que les ha interesado publicitar, sí han mantenido la piedra como es el caso de Rodríguez Méndez, General Ricardo Ortega o Arzobispo Aspargo».
ARCA considera que en el caso de Son Forteza la prueba de que si quieren pueden mantener los bordillos originales es que justo antes de las elecciones, cuando empezaron las obras y se vio que retiraban los bordillos de piedra, de consiguió que rectificaran y el primer tramo de la calle sí está construida de nuevo, conservándolo. Hecho que demuestra que si se quiere se puede.
ARCA mantiene la postura que siempre ha tenido: los bordillos de piedra de todas las calles en las que aún existen, deben quedarse ahí. Si se incrementa la anchura de las esquinas para favorecer la accesibilidad, y la. piedra existente no basta, se pueden buscar soluciones mixtas. Lo importante es no perder la identidad en estos elementos que aportan personalidad a la ciudad.