Hace unos días, un guardia civil que estaba en su domicilio, fue alertado por una vecina que conocía su profesión. La mujer, en estado muy nervioso le solicitó ayuda, ya que su marido no se encontraba bien.
El guardia civil rápidamente accedió al domicilio colindante al suyo y encontró al hombre recostado en el sofá inconsciente y respirando con dificultad. Lo colocó en posición de seguridad y comprobó que se había quedado sin respiración y que tampoco tenía pulso. El agente le tumbó boca arriba inició maniobras de reanimación cardiopulmonar.
Tras dos minutos practicándole las maniobras de RCP, el vecino reaccionó recuperando la respiración, volviéndolo a colocar en posición lateral de seguridad, hasta la llegada de los servicios sanitarios que estaban en camino y que habían sido alertados por la esposa mediante llamada telefónica.
Una vez llegaron los servicios médicos trasladaron al señor hasta el Hospital Comarcal de Inca en la ambulancia para continuar con la atención médica.
La actuación del agente fue crucial para salvar la vida de esta persona, ya que lo mantuvo con vida hasta la llegada de los servicios de urgencia, que lo trasladaron a un centro médico, donde se recuperó totalmente.
El agente aplicó los conocimientos de primeros auxilios, que forman parte de la formación continua que reciben todos los miembros del Cuerpo