El Ayuntamiento de Marratxí homenajea al médico de familia Joan Mir por su jubilación

La comunidad sanitaria le ha dado una calurosa muestra de cariño en el Centro de Salud Martí Serra después de casi 28 años de servicio.

El Ajuntament ha reconocido su labor con un siurell vestido de médico.

El médico de familia Joan Mir se jubila después 27 años y medio ejerciendo su profesión en el Centro de Salud Martí Serra de Es Pont d’Inca, por lo que tanto el Ayuntamiento como sus propios compañeros le han realizado un homenaje. Una veintena de médicos y enfermeras le han dado una calurosa despedida en el centro de salud que ha sido su lugar de trabajo durante tantos años.

Por su parte, el Ajuntament de Marratxí, a través del alcalde, Jaume Llompart, y la regidora de Salud, Elvira García, ha reconocido su labor con un siurell vestido con una bata de médico y su nombre escrito en el bolsillo de la misma.  “Para mí ha sido un orgullo y un placer ser médico de Es Pont Inca casi 28 años. Estoy enamorado de mi profesión, que ha sido algo más que una forma de ganarme la vida. Para mí, mi enfermo ha sido muy importante siempre. Todos y cada uno de ellos. Los profesionales necesitamos mucha formación contínua y empatía hacia el paciente”, ha manifestado el homenajeado.

El acto ha emocionado mucho a su protagonista, quien ha asegurado que “voy a echar mucho de menos a mis pacientes, porque me han tratado de fábula, me han demostrado un cariño enorme, igual que todos los compañeros. Esto que hemos visto ahora aquí no tiene precio. Estoy entusiasmado y abrumado”.

Joan Mir Pizà (Palma, 1953) es médico de familia y sexólogo. Tras estudiar en La Salle de Palma, cursó Medicina en Zaragoza. Formó parte de la segunda promoción de médicos de familia de Balears. Tras ejercer su profesión en Calvià, se trasladó a la Unidad Básica de Salud Erika en el año 1995. Cuando se inauguró el Centro de Salud Martí Serra, en el año 2003, pasó a formar parte de su plantilla, con una plaza en propiedad que ha mantenido hasta ahora.

Después de 27 años y medio ejerciendo en Marratxí, dice que se jubila obligatoriamente, ya que si por él fuese, seguiría trabajando. Esa pasión por su profesión la ha logrado transmitir en casa, ya que sus tres hijos son dermatólogos. Mir encuentra temprana su jubilación ya que asegura que se encuentra bien claro, físicamente. La salud mental también es importante: “tengo ilusión, estudio, voy a congresos. Me gusta mucho también impartir conferencias y la parte de la docencia como médico a otros profesionales. Me encanta, me apasiona”.