ARCA exige la conservación de las aceras de piedra en la reforma de la calle Fra Juníper Serra porque su eliminación supone una pérdida de identidad en la ciudad con la sustitución de materiales históricos.
La Associació per a la Revitalització dels Centres Antics (ARCA) ha alzado la voz contra la eliminación de la acera de piedra en las obras de mejora del Carrer Fra Juníper Serra. La entidad considera que esta actuación supone un menosprecio al patrimonio de la ciudad y exige la rectificación inmediata por parte del Ayuntamiento.
Según ARCA, este emblemático vial de Palma, con una anchura de 20 metros, está sufriendo una degradación en la calidad de sus acabados debido a la eliminación de la acera de piedra, un elemento característico de la estética urbana tradicional. «Se está destruyendo parte de nuestra identidad y despreciando un material noble como la piedra viva, lo que supone un empobrecimiento del entorno urbano», advierten desde la asociación.
No es la primera vez que ARCA denuncia la eliminación de elementos patrimoniales en proyectos de mejora urbana. Según recuerdan, ya ocurrió en la calle Arquitecte Bennazar hace unos años y en otros viales de menor anchura. En este caso, alertan de que la acera de los números pares del Carrer Fra Juníper Serra, donde aún no han comenzado las obras, conserva la piedra, lo que demuestra que su eliminación no es una necesidad técnica, sino una decisión que podría evitarse.
Desde la entidad recuerdan que en la actual legislatura existía un compromiso de mantener las aceras de piedra en toda la ciudad. Sin embargo, la desaparición de este material en distintas intervenciones urbanísticas demuestra, según ARCA, un incumplimiento de dicho acuerdo. Por ello, exigen una rectificación urgente y el mantenimiento de estos elementos en las obras actuales y futuras.
SOLUCIONES
A pesar de su firme postura en la defensa del patrimonio, ARCA subraya su disposición al diálogo y al consenso. En este sentido, han aceptado en otras intervenciones la utilización de aceras de hormigón en las esquinas donde se amplían las aceras, siempre y cuando se conserve la piedra original en el resto del pavimento.
«La conservación de la vorada de piedra no solo es una cuestión estética, sino también de identidad y respeto por la historia de Palma», señalan.