Los ataques de pánico son sentimientos repentinos e irracionales de miedo y ansiedad que causan síntomas físicos. Algunas personas se vuelven tan temerosas de estos ataques que desarrollan un trastorno de pánico, un tipo de trastorno de ansiedad. Los medicamentos terapéuticos y contra la ansiedad pueden detener los ataques de pánico.
Cuando tienes un ataque de pánico, puedes sudar mucho, tener dificultad para respirar y sentir que tu corazón se acelera. Puede sentirse como si estuvieras sufriendo un ataque cardíaco.
Asimismo, el ataque de pánico también puede ocasionar otros síntomas como escalofríos, respiración dificultosa, intenso sentimiento de terror, transpiración e inclusive náuseas por lo que en lo posible se deben buscar maneras de impedir que ocurran los ataques de pánico. Además, hay determinados remedios que igualmente ayudan a disminuir eficazmente estos ataques.
Síntomas de los ataques de pánico
Los ataques de pánico ocurren de repente y sin previo aviso. No hay forma de detener un ataque de pánico una vez que comienza. Los síntomas generalmente alcanzan su punto máximo dentro de los 10 minutos posteriores al inicio de un ataque y desaparecen poco después. Los signos de un ataque de pánico incluyen:
- Dolor en el pecho
- Escalofríos
- Asfixia
- Miedo a perder el control
- Sentir que te vas a morir
- Intenso sentimiento de terror
- Náuseas
- Corazón acelerado
- Sudoración
- Hormigueo o entumecimiento de los dedos de las manos o de los pies
Alguien que tiene un ataque de pánico puede quedar atrapado en un ciclo: podría volverse cada vez más ansioso, lo que aumenta la gravedad de sus síntomas. También es común estar ansioso por tener ataques de pánico.
¿Cómo manejar un ataque de pánico?
Si experimentas ataques de pánico, debes buscar ayuda profesional. Un profesional de salud mental registrado puede proporcionar un tratamiento basado en la evidencia para controlar los ataques de pánico. Esto te ayudará a aprender cómo intervenir en el ciclo de pánico y controlar los síntomas.
Si no estás listo para ver a un profesional, existen algunas estrategias generales para controlar la ansiedad causante de los ataques de pánico. Hay cosas que puedes hacer de inmediato para ayudar a calmarte si tienes un ataque. Intenta lo siguiente:
- Respiración lenta:Para ayudar a reducir la hiperventilación, que causa la sensación de mareo y opresión en el pecho durante un ataque de pánico
- Ejercicios de relajación o relajación muscular progresiva: Para ayudarte a reducir tu nivel general de ansiedad y ser menos propenso a sufrir ataques de pánico.
Remedios caseros para los ataques de pánico
A continuación, se explicarán algunos de los remedios caseros que pueden servirte para contrarrestar o aliviar los ataques de pánico:
- Obtener vitamina D: Pasar tiempo bajo el sol puede hacer bien a tu cuerpo. Una falta continua de exposición al sol puede resultar en niveles bajos de serotonina. La serotonina es una hormona estimulante del estado de ánimo que puede hacer que te sientas más tranquilo y concentrado.
- Tomar té de hierbas: Para alejarte de bebidas que empeoran los ataques de pánico como por ejemplo el café, intenta incorporar un té de hierbas en tu rutina diaria. Estas bebidas sin cafeína vienen en una amplia variedad de sabores. Algunos tés de hierbas actúan como ayudas para dormir, mientras que otros sirven como remedios naturales para la ansiedad y el estrés.
- Optar por la aromaterapia: La aromaterapia es un remedio natural para el estrés y la ansiedad que se ha practicado durante miles de años. Tanto a través del sentido del olfato como de la aplicación cutánea, la aromaterapia se presenta en múltiples formas.
- Dormir lo suficiente: Dormir es realmente bueno para ti y no dormir lo suficiente puede afectar los niveles de estrés y ansiedad, lo que conllevaría a ataques de pánico. La recomendación general es dormir entre 7 y 9 horas. Limitar el tiempo frente a la pantalla y la ingesta de cafeína antes de acostarte, junto con establecer una hora para acostarte, puede ayudarte a recuperar el sueño.