La próxima semana, ocho jóvenes infractores estrenarán el primer piso destinado a convivencia compartida destinado a menores con medidas judiciales; cumplirán las medidas de medio abierto en grupo educativo que les han impuesto los jueces en este emplazamiento.
Se trata de una vivienda con capacidad para ocho personas, la primera disponible de este tipo en Baleares. Hasta ahora, el cumplimiento de estas medidas judiciales no privativas de libertad se llevaban a cabo en los centros socioeducativos de internamiento Es Mussol y Es Fusteret, situación que dificultaba la tarea educativa con los menores y distorsionaba el funcionamiento de los centros. La puesta en marcha del piso supone, por una parte, ajustarse a ley y crear nuevos recursos especializados para el colectivo de jóvenes con medidas judiciales y, por otra, reducir la presión sobre los centros socioeducativos.
La Conselleria de Servicios Sociales y Cooperación destinará 389.000 euros anuales a la puesta en marcha, gestión y mantenimiento de esta vivienda, que ha sido cedida por el Instituto Balear de la Vivienda (IBAVI) y cuenta con la colaboración de la Obra Social «La Caixa», que ha aportado 8.000 euros destinados a mobiliario interior. La vivienda está situada en Palma, tiene cinco habitaciones, un despacho, dos salas, dos baños y una cocina.
Un equipo de siete profesionales formado por educadores, auxiliares técnicos educativos y un coordinador serán los responsables de la ejecución de la medida judicial de Convivencia por parte de los jóvenes que convivan en el piso. Se trata de una medida que proporciona al joven un ambiente socializador positivo a través de la convivencia, durante un período de tiempo determinado por el juez, con un grupo educativo que se ofrece a cumplir la función de la familia en cuanto al desarrollo socioafectivo del menor y tiene como finalidad que los jóvenes aprendan a convivir, compartir y asumir responsabilidad.