Se dice que San Antonio Abad venía de una familia de gran fortuna, pero que optó por una vida de penitencia en la soledad del desierto a vivir en la opulencia.
Se dice también que el día de su muerte, el 17 de enero del año 356, unos leones se acercaron a él, y lamentándose por su muerte, excavaron con sus garras la tumba del santo, y los leones mientras lamían sus manos, fueron bendecidos por él.
Esta creencia hizo que Sant Antoni fuera asumido dentro de la cultura cristiana como el santo protector de los animales.
Ses Beneïdes de Sant Antoni tienen un arraigo muy especial en Marratxí, por esto ocupan un lugar destacado dentro del calendario festivo popular, lo que ha hecho que el municipio un año más se haya volcado con la fiesta.
Cientos de mascotas de todos los rincones del municipio acudieron
ayer domingo junto a sus dueños a recibir la particular bendición de Sant Antoni, se acercaron a las iglesias, donde los animales de todas las razas, especies y tamaños pudieron recibir la bendición de su santo protector.
Las calles se convirtieron en un improvisado y vistoso desfile, lleno de alegría y amor hacia los animales, por un día fueron ellos los protagonistas y no las personas.