En el operativo se ha incautado más de dos toneladas de productos falsos que estaban preparados para su venta, entre los que destacan 5000 camisetas de selecciones de fútbol, 1700 relojes de alta gama y 500 bolsos de lujo, entre otros efectos
Agentes de la Policía Nacional en Palma, procedieron a la detención de cinco personas, cuatro de origen pakistaní y una de origen senegalés, como presuntos autores de un delito contra la propiedad industrial, incautándose más de dos toneladas de productos falsos, preparados para su venta tanto en locales como en vía pública.
La investigación fue llevada a cabo por agentes del Grupo de Blanqueo de la UDEF de la Policía Nacional en Baleares, quienes inspeccionaron a principios del pasado mes de julio más de 200 paquetes que iban a ser repartidos por una conocida empresa de logística a destinatarios por toda la isla, conteniendo en su mayoría falsificaciones de equipaciones deportivas, relojes de alta gama, zapatos, bolsos y otros complementos de marcas de prestigio e incluso un lote de más de 100 auriculares de una famosa marca cuyas características inducían a pensar que eran auténticos.
Más de dos toneladas de productos falsos
En total se intervinieron más de dos toneladas de productos falsos, siendo el artículo estrella camisetas de selecciones de fútbol, y también de jugadores populares.
Este material deportivo iba a ser vendido tanto en locales como por vendedores ambulantes durante la celebración de la Eurocopa de fútbol, siendo más de 5.000 productos de esta categoría los incautados durante el registro.
No obstante, en términos de valor destacan los casi 1.700 relojes de lujo intervenidos, algunos con cajas aparentemente originales e incluso certificados de autenticidad de la marca cuidadosamente falsificados.
A su vez los cerca de 500 bolsos de lujo incautados, algunos con una calidad deficiente, pero buena parte de ellos con características casi indistinguibles de los originales.
Beneficios muy elevados
Se estima que el beneficio que iba a generar este comercio ilícito, es muy elevado. Solamente los auriculares intervenidos habrían reportado a los investigados unos ingresos por venta de 30.000 euros, en tanto que las camisetas rebasarían los 125.000 euros a precio de venta en la vía pública. No obstante se estima que los bolsos y relojes podrían haber obtenido beneficios mucho más elevados.
La actuación de los agentes, fue propiciada por una investigación realizada por la Comisaría General de Policía Judicial, que detectó una importación masiva de estos productos desde Asia, canalizados a España por dos empresas de mensajería que, al igual que la empresa de paquetería española usada para hacerlos llegar a los destinatarios finales, eran meros eslabones de la cadena de distribución totalmente ajenos al contenido de los paquetes que transportaban.
De hecho la excelente cooperación prestada por la empresa de paquetería, tanto desde sus dependencias en Mallorca, como a nivel nacional, ha permitido desabastecer en plena Eurocopa a distribuidores por toda España, con la intervención de docenas de toneladas de productos falsos en toda la geografía nacional.
Implicados comerciantes con locales abiertos al público y vendedores ambulantes
Entre los implicados en Mallorca tenemos a comerciantes con locales abiertos al público que importan este material para venderlo en su local
Éstos locales recogían sus pedidos mediante “colaboradores de la empresa de mensajería que permiten el uso de su local como –buzón-, tales como librerías, supermercados, etc.” usando a menudo identidades falsas para dificultar la labor policial, ocultando el verdadero destino de los productos para eludir un registro en su establecimiento.
También se han identificado personas que adquieren material por toneladas para su reventa a vendedores ambulantes, de cuya situación extremadamente precaria se aprovechan, apoderándose de buena parte del beneficio final obtenido de la venta en la calle.
Por el momento se han practicado cinco detenciones, cuatro de comerciantes con locales abiertos al público en Sa Coma y Cala Ratjada en Mallorca, en los que se incautaron alrededor de 1.000 productos falsos más, y una mujer que recibía docenas de paquetes en varias direcciones para su reventa a “manteros”, todos ellos como presuntos autores de un delito contra la propiedad industrial.