La portavoz socialista en el Consell, Catalina Cladera, destaca que «la única respuesta de Galmés a la problemática que ha generado al servicio de la ITV en los últimos meses se reduce a cambiar la nomenclatura de la dirección insular que lo gestiona». Más de tres meses de lista de espera, contrato de gestión caducado, estación de la ITV de Calvià finalizada y sin entrar en servicio y anuncios de liberalización del servicio, son el resultado de 10 meses de PP-VOX al frente de la Inspección Técnica de Vehículos en Mallorca.
El servicio de la ITV de Mallorca se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para aquellos propietarios de vehículos que se enfrentan al momento de tener que concertar cita en alguna de las estaciones para cumplir con la preceptiva inspección. Las listas de espera superan con creces los tres meses cuando el contrato de concesión habla claramente de menos de 15 días como plazo máximo. «No es de recibo que Galmés haya dejado la ITV de Mallorca de la mano de Dios», ha dicho la portavoz socialista Catalina Cladera. Ni Fernando Rubio, Conseller, ni Galmés han logrado hacer funcionar de forma decente el servicio de la ITV en los 10 meses que llevamos de legislatura, a pesar de los golpes de efecto y los anuncios inútiles que ha hecho, como el de abrir las estaciones los sábados de mayo para habilitar 6.000 inspecciones suplementarias. «Ni con estas Galmés y Rubio son capaces de reducir las listas de espera» ha dicho Cladera.
No es éste el único problema que acosa a la ITV. La estación de Calvià, la quinta de la red, permanece cerrada y sin entrar en servicio desde que se finalizó su construcción a mediados del año pasado. «Hasta que no haya un nuevo contrato de concesión en vigor, esta estación no podrá abrirse», ha dicho Cladera. «El problema está en que el nuevo contrato debería estar en vigor desde el pasado 1 de enero, y no ha sido así». El pasado día 24 el Consell Executiu autorizó la quinta prórroga del contrato de concesión de la ITV Mallorca, por espacio de tres meses entre julio y septiembre de este año. «Según esto, no tendremos nuevo contrato hasta finales de este año, ni tampoco quinta estación en Son Bugadelles», ha dicho la socialista. Los Socialistas en el Consejo han requerido repetidamente el informe del Consejo Consultivo que es preceptivo para autorizar cada una de las prórrogas que se han encadenado, dada la elevada cantidad de este contrato. Pero la demanda no fue atendida hasta la fecha por el equipo de Gobierno.
El Grupo Socialista también ha pedido formalmente poder acceder al interior de las instalaciones de la ITV de Son Bugadelles, y también se ha solicitado información de las gestiones del Consell para dotar al personal de la nueva estación.
En vez de trabajar por la mejora de los problemas de gestión que presenta la ITV, los mayores esfuerzos de Rubio y Galmés se han centrado en adaptar el organigrama del Consell al perfil de las personas que lo ocupan. Así es notorio el caso de Rafael Oliver Barros, quien esta semana ha pasado a ser director insular de Movilidad y Actividades, después de que a principio de legislatura fue nombrado como director insular de ITV y Actividades durante 41 días, y que desde entonces y hasta ahora haya sido director insular de Actividades. Esta modificación orgánica hace que la ITV no haya tenido una dirección insular de adscripción entre septiembre de 2023 y finales de abril de 2024, fecha en que regresa al organigrama de la segunda línea del Consell dentro de la renombrada dirección insular de Infraestructuras e Inspección Técnica de Vehículos, que ostenta Rafel Gelabert. «Galmés y Rubio le han hecho un traje a medida a Oliver, su compañero del PP de Algaida, cuando se dieron cuenta de que era incompatible con su trabajo como inspector de la empresa concesionaria de la ITV, y desde entonces han hecho lo posible por salvarle el cargo», ha dicho Cladera.
La mayor muestra de la ineficacia de la gestión de PPVOX de la ITV de Mallorca se encuentra en los elogios encendidos que Galmés dedicó a la simple propuesta del Gobierno de permitir la liberalización del servicio de las ITV. «Demuestra que no tiene ni capacidad ni ganas de hacer funcionar un servicio que obliga a la administración a estar atento al cumplimiento del contrato con la concesionaria, y eso nos hace pensar si en realidad el mal funcionamiento de la ITV está provocado a propósito por justificar esa privatización total del servicio», ha argumentado Cladera.
El Grupo Socialista reclama PP-VOX «más profesionalidad y ganas de trabajar» para dirigir la ITV. «Tienen que poner en marcha el nuevo contrato, abrir la ITV de Calvià y rebajar las listas de espera», para que los ciudadanos de Mallorca «no merecen el actual servicio de la ITV, ni que les vendan que la privatización total del servicio será la panacea».