Ya se han iniciado las obras en el área recreativa de Can Canut, aferrada en la urbanización de Can Garriga, de Marratxí. La construcción del área recreativa comprende una superficie de unos 14.500 m². El plazo de ejecución de las obras es de cuatro meses y el presupuesto total es de 914.256,83 euros.
A la visita han asistido el alcalde de Marratxí, Miquel Cabot, la regidora de Medio Ambiente y Agricultura del Ayuntamiento de Marratxí, Cristina Alonso y la regidora de Transparencia, Defensor de la Ciudadanía y Participación Ciudadana, Neus Serra. Además, también han visitado el inicio de obras la vicepresidenta y consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Aurora Ribot, y el director insular de Residuos, Juan Carrasco.
El área recreativa de Can Canut acontecerá un punto de encuentro multifuncional para personas de todas las edades y un vínculo entre las instalaciones de la planta de compostaje y los residentes. De acuerdo con las demandas que recogió la Dirección Insular de Residuos, el área recreativa dispondrá de los elementos siguientes: una zona para practicar calistenia y una para gimnasia para la gente mayor, un circuito para bicicletas de montaña, una zona infantil de anfiteatro, un circuito para correr y una zona para los perros.
La consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Aurora Ribot, ha destacado que «ponemos fin a una reivindicación de más de 20 años de los vecinos y vecinas de Can Garriga». Ribot ha explicado que «la futura área recreativa de Can Canut recoge las peticiones formuladas por los vecindarios de la zona y quiere que estas se integren en el apoyo existente. La idea de hacer un proceso participativo era que el área recreativa nueva se adaptara a las necesidades concretas que tienen los vecindarios de Can Garriga y, con esta propuesta de proyecto, lo hemos conseguido».
Por su parte, el director insular de Residuos, Juan Carrasco, ha detallado que «el área proyectada responde al topónimo es Bosquet, por lo cual se procurará generar un ambiente que imite las dinámicas de zonas forestales o de chaparral, mediante el arbolado y las especies arbustivas autóctonas».
La vegetación será una parte fundamental del área recreativa. Se formarán barreras visuales para preservar la intimidad de los vecindarios más próximos a los taludes y se utilizarán especies autóctonas. A la vez habrá un recorrido circular para peatones que atravesará los diferentes cerros y que permitirá interaccionar con los usos que se proponen. Así mismo, se quiere dotar el área de un mirador. Concretamente, el cerro que se encuentra en el vertiente oeste de la parcela es lo más alto y, desde la cresta, hay una vista panorámica de la sierra de Tramontana al fondo y los campos de cultivo que rodean el parque.
El proyecto definitivo se presentó después de haber completado un proceso participativo con más de sesenta vecindarios por habla sobre la futura área recreativa. Aquel encuentro sirvió para recoger las demandas y propuestas de los vecindarios gracias al espacio de diálogo y al debate que se abrió.