No se esta en contra de la estética y los gustos particulares de cada individuo, sin embargo la salud oral es nuestra responsabilidad
Al hablar de complicaciones hay que comenzar por el mismo momento de la colocación del piercing. Las más habitualesles son el dolor y la inflamación. Finalmente, a medio y largo plazo, el impacto de un piercing en cualquier parte de la cavidad oral puede tener importantes consecuencias para la salud bucodental.
1.- Lesiones vasculares: Las hemorragias son una complicación posible durante la perforación especialmente en un órgano tan vascularizado como es la lengua.
2.- Inflamación: A las 6-8 horas tras una perforación lingual los tejidos circundantes empiezan a inflamarse, incrementándose el proceso durante los 3-4 días siguientes, al igual que algunos ganglios.
3.- Dolor: Los tejidos que rodean la herida causada por el piercing, debido a la inflamación o a la ulceración, provocan dolor.
4.- Lesiones nerviosas: Existe el riesgo de lesionar algún nervio durante la colocación de piercing, pudiéndose alterar el sentido del gusto o la función motora en forma de parestesia según el nervio afectado.
5.- Infecciones locales, Bacteremia y de transmisión: Síntomas como fiebre, escalofríos, temblores, alteración del ritmo cardiaco, enrojecimiento circundante a la perforación, dificultad para hablar, deglutir y respirar llegando a comprometer la vida del paciente, por lo que es imprescindible un tratamiento.
6.- Alergias a los metales: En función del tipo de material del piercing puede aumentar el riesgo de irritaciones crónicas o de hipersensibilidad al metal. El titanio no presenta citotoxicidad y tiene una elevada resistencia a la corrosión en contacto con los fluidos orgánicos, siendo un material recomendable en la fabricación de los piercings.
7.- Traumatismos y fracturas dentarias: Son lesiones debidas al hábito de empujar y jugar con el pendiente contra los dientes o simplemente, el hecho de tener un objeto extraño en la boca puede ocasionar fracturas, fisuras, abrasiones o desprendimientos de espículas de esmalte, provocando una sensibilidades a sustancias frías o dulces y dolor al ejercer una presión en el diente afectado.
8.- Alteraciones periodontales: Causar una leve, moderada o severa recesión gingival junto a traumas en los tejidos vecinos, pudiendo provocar abrasión de la superficie radicular con un aumento de la sensibilidad y una predisposición a la caries en la zona expuesta.
9.- Acúmulo de placa bacteriana y formación de cálculo supra y subgingival en dientes, debido al contacto continuo con los dientes.
10.- Mal posición dentaria debido al trauma sobre la superficie dentaria y un desequilibrio de las fuerzas musculares.
11.- Aspiraciones e ingestiones o deglución, ocasionando lesiones en el aparato respiratorio o digestivo.
12.- Sialorrea. El contacto de un artefacto metálico en la boca puede estimular la producción de saliva, que puede ser más fluida.
13.- Corrientes galvánicas. Los pacientes pueden mostrar una hipersensibilidad en las restauraciones de amalgama en contacto con el metal del piercing.
14.- Alteraciones del habla, masticación o deglución.
15.- Lesiones hiperplásicas y epitelizaciones del piercing dificultando su remoción.
La mayoría de las Asociaciones Dentales del Mundo se han pronunciado contra los pircing orales y se han formulado leyes para regularlos, no se esta en contra de la estética y los gustos particulares de cada individuo, sin embargo la salud oral es nuestra responsabilidad y se intentan implementar ciertas medidas aplicables a los establecimientos de tatuaje o de piercing con el objetivo de proteger la salud de los usuarios y del personal dedicado a estas actividades. Esta legislación a parte de incidir en la formación, también obligaba a todos los establecimientos a seguir ciertas normas de control: equipamiento de primeros auxilios, autorización de los ayuntamientos, vacunación del personal frente a la hepatitis B y el tétanos y la utilización de material de un solo uso.
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