Las rebajas ya están aquí de nuevo. Ante la gran cantidad de ofertas, llamativos carteles y descuentos generalizados, la Dirección General de Consumo del Govern ofrece sus tradicionales consejos a los consumidores para aprovecharlas al máximo y no caer en ninguna trampa.
Se sugiere realizar una lista de los productos que interesan a cada persona teniendo en cuenta el presupuesto disponible para evitar las compras compulsivas.
Se recomienda estar alerta y comparar los precios, ya que es obligación legal que en la etiqueta conste el precio original al lado del rebajado, o bien el porcentaje de la rebaja.
También es importante examinar el producto ya que debe tener la misma calidad (sin defectos) y la misma garantía que tenía con el precio sin rebajar.
Es importante pedir y conservar el ticket o factura para poder cambiarlo si fuera necesario.
Otro punto importante es que la publicidad es vinculante para el establecimiento y eso implica que el consumidor puede exigir que se cumpla lo anunciado.
Hay que comprobar que la tienda admite tarjetas de crédito como forma de pago habitual, si es así también debe hacerlo durante el periodo de rebajas.
Un punto que no se debe pasar por alto es que los artículos rebajados deben haber sido incluidos anteriormente -durante un periodo mínimo de un mes- en la oferta habitual de ventas. Además, las fechas de rebajas tienen que exhibirse en los establecimientos comerciales en un lugar visible al público, y las reducciones de los precios deben consignarse haciendo figurar de manera clara el precio habitual y el reducido o el porcentaje del descuento. No pueden ser objeto de rebaja los productos deteriorados, con desperfectos, obsoletos o que presenten cualquier tara en comparación con el mismo producto original puesto a la venta. No pueden ponerse a la venta durante las rebajas las unidades de producto adquiridas con esa finalidad.