El plan piloto de de pintadas vandálicas en el barrio de Sant Jaume ya está en marcha para devolver a centenares de edificios su lustre.
El alcalde de Palma, Jaime Martínez Llabrés, ha presentado este lunes el Plan piloto de eliminación de pintadas vandálicas en el barrio de Sant Jaume y áreas de las inmediaciones que ha puesto en marcha el Ajuntament a través de la empresa municipal Emaya.
En una primera fase, la actuación prevé retirar más de mil pintadas y comprende 46 elementos con distinto tipo de catalogación, como la iglesia de Sant Jaume, Can Balaguer, Can Pueyo, y Can Fuster, además de 331 edificios no catalogados situados en diferentes calles del centro de la ciudad, entre los que cabe destacar Sant Jaume, Concepció, Eccehomo, Caputxines, Can Cavalleria, Gavarrera, Ermità y Palma.
En la convocatoria informativa, que se ha iniciado en la iglesia de Sant Jaume para recorrer, posteriormente, otros inmuebles incluidos en el Plan piloto, han estado presentes también el teniente de alcalde de Medi Natural, Entorns Saludables, Mercats i Innovació, y presidente de Emaya, Llorenç Bauzá de Keizer, y el gerente de la empresa municipal, Lorenzo Morey, juntamente con la directora insular de Patrimoni, Maribel Arnau.
La elaboración del Plan piloto empezó con la identificación de los edificios susceptibles de ser objeto de este tipo de intervención. Seguidamente, los técnicos tramitaron un expediente conjunto para presentarlo a la consideración de la Comissió de Centre Històric del Ajuntament y la Comissió de Patrimoni del Consell de Mallorca.
Durante la presentación, el alcalde de Palma ha remarcado que la elección del barrio de Sant Jaume y sus alrededores para materializar esta actuación “tiene que ver con el hecho de que se trata de uno de los entornos más característicos y emblemáticos de la ciudad antigua, dotado de un valioso patrimonio arquitectónico y urbanístico que vale la pena proteger y restaurar”.
En palabras del primer regidor, para Cort constituye “un objetivo prioritario erradicar el fenómeno de las acciones vandálicas que atentan contra la estética y la imagen de los núcleos urbanos, y que han proliferado de forma progresiva, deteriorando la percepción que residentes y visitantes tienen de la ciudad”.
Martínez Llabrés ha recordado que uno de los principales puntos del programa del equipo de gobierno que lidera consiste en “eliminar el resultado de las intervenciones incívicas, devolviendo el aspecto habitual a nuestros edificios, al mobiliario urbano y, en definitiva, a las calles y plazas de Palma”.
Con el Plan piloto diseñado específicamente para el barrio de Sant Jaume, el Ajuntament da continuidad a su apuesta por la eliminación progresiva de los grafitis y pintadas vandálicas en el conjunto del municipio.
Así, en pasados meses, los operarios de Emaya han procedido a efectuar labores de limpieza y mantenimiento en lugares tan emblemáticos como la fachada de la estación de Sóller o el Pont des Tren, sin olvidar la intensa actividad desarrollada en otros muchos puntos geográficos de Palma: es Jonquet; Bonaire; inmediaciones del mercado del Olivar y del mercado de Pere Garau; zonas próximas a los institutos Ramon Llull y Joan Alcover; alrededores de la plaza Major, en especial las escaleras de la Costa del Teatre, el Teatre Principal y la calle Forn des Racó; Sindicat, plaza Espanya, plaza Cardenal Reig, y Costa de Sant Domingo.
Igualmente, los trabajos de rehabilitación se han hecho presentes en diversos ejes de la ciudad, como Nuredduna, Arquebisbe Aspàreg, Francesc Manuel de los Herreros, Faust Morell, Luca de Tena, Gabriel Llabrés, Capità Vila, Metge Josep Darder, Reis Catòlics, Marquès de Fontsanta, Aragó, Manacor, Jacint Verdaguer, General Riera, 31 de Desembre, carretera de Valldemossa, Arxiduc y Eusebi Estada.
Paralelamente, el Ajuntament de Palma, a través de Emaya y bajo la coordinación del área municipal de Cultura, ha tenido en cuenta también la rehabilitación de esculturas urbanas que presentaban un grave estado de deterioro, como ocurría en los casos de ‘Sólido contraste’, obra que preside la plaza del Tub, construida a partir de los proyectos de los arquitectos Pere Rebassa y Eugenio de la Fuente; ‘Corona del Mediterani’, pieza original de Falko Haase situada en la rotonda de confluencia entre las calles Pasqual Ribot y Salvador Dalí; ‘Negro & Blanco Horizontal’, figura creada por George Sugarman y localizada en el parque del Canòdrom, o ‘Nuvolet’, original de Albert Pinya, también radicada en este último emplazamiento.
