Es importante tener un buen autoconcepto construido para poder cambiar por fuera sin necesidad de cambiar por dentro y perder nuestra propia identidad
En la vida adulta y sobre todo en la adolescencia necesitamos sentirnos pertenecientes a un grupo y tener una constante aprobación de este
La moda siempre ha existido. Es parte de la cultura y el patrimonio social de todos los pueblos. Desde la antigüedad, los hombres no solo han seguido sus instintos para satisfacer necesidades básicas sino que también han sentido la necesidad de decorar sus cuerpos y espacios. Cuando una creación tenía éxito, nacía en el grupo el deseo de poseerla extendiéndose a toda la comunidad. En mayor o menor medida, a todos nos gusta sentirnos acordes con nuestro entorno.
Es importante tener un autoconcepto firme para poder cambiar externamente sin tener que cambiar internamente y perder la propia identidad. Junto a la Dra. Anna Becerra de Mundopsicologos.com, examinamos qué sucede cuando estas dinámicas se apoderan del individuo.
Por qué hay personas más inclinadas a seguir las modas, y otras que parecen pasar del tema
«Vivimos constantemente expuestos a la presión social y a las normas que se ejercen dentro de los grupos. En la vida adulta y sobre todo en la adolescencia necesitamos sentirnos pertenecientes a un grupo y tener una constante aprobación de este. Factores como la educación, la cultura y la autoestima afectan directamente a este comportamiento y por eso es inevitable que la variabilidad provoque que haya personas con más necesidad de aprobación que otras.
En mayor o menor medida, a todos nos gusta sentirnos acorde a lo que tenemos alrededor. Es importante tener un buen autoconcepto construido para poder cambiar por fuera sin necesidad de cambiar por dentro y perder nuestra propia identidad.»
Variabilidad de la moda y el shopping compulsivo
«Una vez estás inmerso en el mundo de “seguir la moda”, cuesta dejar de seguirla. Por eso si cumples determinados criterios, serás más propenso a ir de compras para ir siempre acorde a la moda de tu grupo. La moda cambia cada temporada, es decir, cada 4 meses cambia y si tienes esta necesidad de aceptación, cambiaras con ella. Si algo es aceptable para un grupo social quizá también debe serlo para uno mismo ¿no?» declara Becerra.
Partiendo del supuesto de que la propia identidad se puede constituir homogeneizándose con los valores, ideas, ideologías, modas y costumbres del mundo que nos rodea, de la misma manera puede asumir por sí misma el ritmo temporal que este mismo propone. Sus tiempos se convierten también en tus tiempos, marcados por periódicos desfiles de moda. Si tu personalidad es extremadamente cercana al mundo de la moda, también será necesario adherirse a él de manera concreta comprando la última prenda que haya salido al mercado.
Fashion victim: ¿seguir la moda puede convertirse en algo patológico?
«Rotundamente sí – afirma Becerra – Tenemos que partir de la base de que una persona que sigue a rajatabla las modas, es una persona con necesidad constante de aprobación y de validación social. Esto aún es bastante disfuncional en nuestro día a día, no es patológico, pero estas personas son más propensas a vivir la moda como una obsesión. A sacrificar grandes cantidades de tiempo y de dinero (que podrían usar en otras cosas) para “estar a la última” e incluso hacer todo lo posible para ser como las modelos que llevan las prendas que son tendencia.»
Vivimos en una época en la que todo es rápido y mutable. La moda también. ¿Qué consecuencias puede tener en el individuo?
«¿Cuántas veces hemos cambiado el armario de invierno a verano y vemos que nuestra ropa favorita de hace 8 meses ahora la detestamos? Todos sabemos que las personas no toleramos del todo bien los cambios. Y si la moda cambia, no solo implica un cambio de armario, sino también de autoconcepto – sigue Becerra. Es una constante insaciabilidad, una búsqueda infinita de pertenecer.»
El individuo ya no tiene la capacidad de escucharse a sí mismo. «¿Qué es lo que realmente quiero?». Es muy difícil hacerse esta pregunta, pero más difícil aún responder. Este ejercicio presupone conocer tu propio tiempo y vivir con él. Además de esto, también requiere la capacidad de desviar la mirada desde un punto de vista externo a uno interno. La perspectiva individual es sumamente difícil cuando la identidad está anclada y determinada por una sociedad que va a la velocidad de la luz.
¿Las redes sociales han amplificado la dependencia de las modas (ropa, locales, vacaciones…)?
¿con qué consecuencias?
«Creo que es algo claro que las RRSS determinan completamente nuestras cogniciones y comportamientos. De la mano del avance tecnológico y de las redes sociales, llegan los “influencers”, personas que son creadores de tendencias o modas. Los podemos encontrar en forma de: bloggers, instagrammers, youtubers entre otros, es decir, en cualquier red social que tengamos, vamos a ver personas que generan modas.
Aquí vuelve a aparecer el sentimiento de pertenencia – concluye Becerra – nadie quiere estar solo o quedarse fuera. Seguir lo que hacen los demás es una forma de asegurar la inclusión y la aceptación social. Esta necesidad de pertenecer presiona a que las personas sigan las normas y las actitudes que otros están tomando, en este caso a los influencers. Así sienten que podrán ser aceptados por los demás y que formarán parte de un grupo social concreto.»