La Mesa del Congreso ha rechazado el levantamiento del veto a la Proposición de Ley de autoconsumo que ha eliminado el denominado ‘impuesto al sol’. Los motivos expuestos han sido que el autoconsumo provocaría dejar de recaudar 162 millones de euros en concepto de IVA e impuesto eléctrico y el déficit de tarifa aumentaría en unos 10 millones de euros. Además, el Ejecutivo asegura que el autoconsumo no es un elemento que contribuya a la eficiencia energética ya que el consumo es el mismo tanto si el cliente demanda la energía de la red como si la autogenera.
Esta postura contrasta con las directivas europeas que van totalmente encaminadas a escenarios donde el consumidor es el centro de la gestión energética, incorporando la generación distribuida, las energías renovables y el vehículo eléctrico como elementos clave para alcanzar los objetivos climáticos asumidos por todos los países miembros de la Unión Europea.
La Associació d’Empresaris d’Instal·lacions Elèctriques i de Telecomunicacions de Mallorca (ASINEM) ha tenido acceso a un estudio realizado por la Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones Eléctricas y Telecomunicaciones de España (Fenie), sobre los beneficios económicos que aportaría a las arcas del estado el desarrollo del autoconsumo en nuestro país. El estudio cifra en casi 60 millones de euros lo que se dejaría de ingresar por peajes de acceso e impuesto eléctrico. Sin embargo, se ingresarían más de 500 millones de euros por otros conceptos tal y como detallan en el siguiente gráfico:
Cabe destacar que en el caso exclusivo de Baleares el impacto es mayor debido a que los costes de generación de electricidad de los que disponemos son tres veces más elevados que en la península. La fuente principal de generación es el carbón que tiene que ser importado y, además, la potencia de generación instalada no cubre la demanda total de energía de nuestras islas.
Laboralmente hablando, si las instalaciones de autoconsumo se desarrollasen de manera natural, sin subvenciones y sin trabas administrativas, sería necesaria la incorporación al mercado laboral de mano de obra cualificada no estacional y no necesariamente ligada al sector turístico