Iván Sevillano ha explicado que «la actuación supondrá una mejora de la seguridad vial, una comunicación más fluida y la recuperación de un entorno medioambiental con un vial cívico que unirá los dos núcleos»
Iván Sevillano, consejero de Movilidad e Infraestructuras del Consell de Mallorca, ha presentado a los vecinos y vecinas de Esporles el proyecto de mejora de la carretera entre Palmanyola y s’Esgleieta. Sevillano ha explicado que «la actuación supondrá una mejora de la seguridad vial, una comunicación más fluida y la recuperación de un entorno medioambiental con un vial cívico que unirá ambos núcleos».
El proyecto entre Palmanyola y s’Esgleieta, además de mejorar la seguridad vial de una de las carreteras con mayor concentración de accidentes de Mallorca, ofrecerá a la ciudadanía una alternativa segura al uso del vehículo privado, con la creación de un vial cívico por el que se podrá circular a pie o en bicicleta, y también se mejorará el entorno medioambiental sin interferir con el tráfico. Todas estas actuaciones se llevarán a cabo a través de una mejora de las tres intersecciones, la disposición de un vial cívico nuevo que unirá los dos núcleos, la eliminación de curvas cerradas y diferentes actuaciones en zonas con poca visibilidad para solucionar el problema de la accidentalidad. Además, se sembrarán árboles y especias vegetales autóctonas y se crearán espacios verdes y zonas ajardinadas, de acuerdo con la dirección de mejora medioambiental del departamento de Movilidad e Infraestructuras.
El conseller Iván Sevillano ha explicado que “nos hemos reunido hoy con vecinos y vecinas de Esporles, tal y como hicimos con la gente de Bunyola. El objetivo es explicar el proyecto porqué queremos que sea participativo. Intervenir en la carretera entre Bunyola y s’Esgleieta era obligatorio por el gran número de accidentes que se producen y porque es una reivindicación histórica de los vecinos de la zona que, a pesar de haber sido escuchada, no se había puesto en marcha» . En este sentido, Sevillano ha destacado que «ahora tenemos un proyecto previo abierto a propuestas de mejora de la ciudadanía, por lo que consideramos que estos encuentros son imprescindibles».
Sevillano ha añadido que “estamos muy orgullosos de la propuesta que hemos presentado, principalmente por tres motivos: por un lado, porque va a servir para mejorar la seguridad y solucionar los problemas de accidentalidad de la vía; por otro, porque conseguiremos pacificar medioambientalmente el entorno urbano de Palmanyola, y, finalmente y de manera muy especial, porque dispondremos de un elemento que nunca se había previsto en esta infraestructura: un carril bici y peatonal que conectará el núcleo urbano de Bunyola con el de s’Esgleieta. Así, una vez más, favorecemos las políticas en favor de la movilidad sostenible y damos alternativas reales y seguras al uso del vehículo privado».
En cuanto a la mejora de las tres intersecciones, se actuará para solucionar la dificultad para acceder a sa Font Seca y Palmanyola, donde confluyen en un único punto las avenidas de los Clavells y de Santa Maria y la calle Tulipans. También se hará obra en la salida de Palmanyola hacia s’Esgleieta, lo que hará reducir la velocidad de entrada en el núcleo de Palmanyola, pacificará el entorno urbano y servirá de comunicación con Son Térmens y la urbanización próxima. La tercera intersección que se resolverá se sitúa en la carretera de s’Esgleieta, servirá para conseguir aumentar la fluidez del tráfico y evitar de manera importante las retenciones actuales.
En cuanto al vial cívico, se ha proyectado de forma que tenga una anchura de 2,5 metros a más de un parterre de un metro para plantaciones y alumbrado. Este vial, separado de la carretera, unirá los núcleos de Palmanyola y s’Esgleieta y continuará hacia Palma, aprovechando la carretera antigua y comunicará la zona urbanizada de Son Maixella. Además, se mejorará el trazado de la carretera, se eliminarán curvas peligrosas y zonas con poca visibilidad.
El proyecto, que tendrá un presupuesto de unos 6 millones de euros, servirá para solucionar los principales problemas de una carretera desgastada de 3,3 kilómetros, por la que circulan unos 5.900 vehículos diarios y aportará, además, una nueva infraestructura peatón y ciclista. «Esto supondrá una mejora considerable para la comunicación de la zona, del medio ambiente y de la calidad de vida del vecindario», ha señalado.