El Govern y las principales navieras del mundo que operan en las Islas Baleares han alcanzado esta mañana en Hamburgo (Alemania) un acuerdo de colaboración histórico para lograr una regulación efectiva en la llegada de cruceros a las Islas Baleares. De esta forma, las Islas se convierten en el primer destino nacional en lograr un compromiso de este tipo, que será efectivo ya en 2022, cuando el puerto de Palma recibirá un 14,5% menos de escalas que en 2019.
El acuerdo se ha producido tras dos años de negociaciones y contactos constantes entre ambas partes y después de una reunión a la que han asistido, por parte del Govern, el conseller de Modelo Económico, Turismo y Trabajo, Iago Negueruela, y la directora general de Turismo, Rosana Morillo, mientras que por parte de las navieras, han estado presentes los máximos responsables de CLIA, Costa Cruceros, MSC Cruceros, TUI Cruises, Royal Caribbean y Marella Cruises.
Ambas partes han destacado la importancia de este acuerdo de colaboración para fijar un límite sostenible en las llegadas al puerto de Palma, toda vez que vez que será efectivo ya a partir de 2022. El acuerdo implica que el año que viene sólo llegarán en el mismo día a Palma un total de tres cruceros, y solo uno de ellos podrá tener una capacidad superior a los 5.000 pasajeros. Es decir, en 2022 únicamente coincidirán en Palma el mismo día un megacrucero y otros dos buques de menor tamaño, lo que supondrá ya una reducción efectiva en el número de escalas que se trasladará también al número de visitantes.
De esta forma, el año que viene llegarán al puerto de Palma 460 embarcaciones con capacidad para más de 500 pasajeros, frente a las 538 que lo hicieron en 2019, un 14,5% menos. Y si se contabiliza el total de buques, incluidos los de una capacidad inferior a los 500 pasajeros, las escalas previstas en la capital balear para el año próximo serán 518, frente a las 594 de 2019, lo que supone también una reducción muy similar, en este caso del 13%.
Se trata de un acuerdo para los próximos cinco años, y pese a que las reservas de atraque en el puerto de Palma de 2022 están ya en su mayoría solicitadas y concedidas, tanto el Govern como las navieras han pactado también, de cara al próximo año, fijar una serie de días excepcionados en este acuerdo, que serán menos de 20, respetando así las escalas ya firmadas.
Solo en esas jornadas podrán atracar un máximo de 4 buques, después de que desde el sector, que ha mostrado una gran voluntad negociadora en todo momento, se haya hecho un esfuerzo por reprogramar sus operaciones para cumplir con las directrices. Además, recoge que en 2023 ya no habrá días excepcionados, por lo que no se podrá exceder el número máximo de cruceros por día pactados. Al mismo tiempo, el acuerdo recoge que no se podrán superar en ningún caso los 8.500 cruceristas diarios en cómputo semanal en Palma, por lo que las llegadas deberán ser siempre inferiores a esta cantidad.
Tras el encuentro, Negueruela ha celebrado el acuerdo, que se traducirá en «una reducción del 13% en las escalas previstas para 2022 en Palma, la primera vez que se decrece en este sector de forma pactada». «Supone fijar por vez primera un límite real a la llegada de cruceristas a Palma, algo que no hubiera sido posible sin la voluntad del sector», ha valorado el conseller al tiempo que ha agradecido a las navieras, especialmente a la patronal CLIA, que hayan entendido las peculiaridades de las Islas, así como las especificidades de Palma, algo fundamental para lograr el acuerdo, que permitirá, gracias a este trabajo conjunto, mejorar el destino.
Negueruela ha destacado que el acuerdo no se limita únicamente a las llegadas, sino que abarca también aspectos medioambientales. Las navieras están dispuestas a continuar con sus políticas y esfuerzos en materia medioambiental, lo que redundará en una mayor sostenibilidad y respeto por el medio ambiente. Concretamente, el sector intensificará su trabajo en todos los aspectos relacionados con el ‘Blue flag’, el esfuerzo que hacen por mejorar los estándares medioambientales y la sostenibilidad.
Una vez cerrado el acuerdo en torno a las llegadas, ambas partes se han dado un plazo para establecer las medidas medioambientales que acompañarán a este compromiso, que se presentarán de manera conjunta en las próximas semanas.