El Govern, a través del IBAVI, está utilizando una técnica de mejora ambiental que consiste a colocar posidonia oceánica seca como método de aislamiento a una de las obras de viviendas de protección oficial, que está llevando a cabo en Palma, concretamente a la calle Salvador Espriu.
En el barrio del Amanecer hay dos promociones de la IBAVI en construcción en estos momentos. La promoción de 8 HPP, que se empezó a construir antes, también tiene el aislamiento hecho con posidonia oceánica seca. Estos días se está haciendo el aislamiento con posidonia de la segunda promoción de 19 HPP. Los dos edificios están construidos con materiales locales tales como el marès y con un sistema de construcción que reduce de forma drástica el consumo de C02, de agua y de energía.
La técnica de utilizar posidonia oceánica seca, es propia entre otros, de la Pitiüsa menor y en desuso durante los últimos años. Fue recuperada de forma pionera por el IBAVI en la construcción de nuevas viviendas a la isla de Formentera en 2016, después de evaluar sus propiedades y de varios ensayos en colaboración con el Departamento de Física de la UIB, comprobando los excelentes resultados de esta planta marina como aislante. Hay que recordar además que la reutilización es el principal método de reducción de emisiones de CO₂ poniendo de manifiesto sus ventajas en la mejora ambiental pero también en conceptos como la salud, la gestión eficiente de recursos y la sostenibilidad social.
Ahora, el IBAVI vuelve a reutilizar la posidonia seca como aislamiento técnico, en este caso, en la construcción de las 19 viviendas de protección oficial que se están construyendo en la calle Salvador Espriu, así como en el caso de los 8 HPP que se encuentran en el mismo terreno.
En el caso de la promoción de 8HPP, la recogida de la posidonia se efectuó en Cala Gamba. En el caso de la promoción de 19 HPP se ha recogido de la playa de Son Serra de Marina. Para poder hacer uso de este elemento es necesario obtener los permisos correspondientes, puesto que se trata de una planta protegida, así como el posterior secado exhaustivo del material para poder emplearlo en los tejados de las nuevas construcciones de forma que pueda actuar de aislante. Este método significa un cambio de modelo hacia la construcción de viviendas más sostenibles, un hito que el IBAVI quiere conseguir para lograr edificios cada vez más eficientes, respetuosos y con un consumo energético casi nulo.
Esta iniciativa forma parte de las diversas soluciones de sistemas constructivos alternativos que está empleando el IBAVI a sus nuevas construcciones.
Desde el Instituto Balear de la Vivienda se están poniendo en práctica diferentes iniciativas para reducir las externalidades derivadas de las materias primeras. Para conseguir esta tarea, se seleccionan materiales de abajo impacto ambiental y preferiblemente locales como pueden ser la piedra natural, la cerámica, la madera o la cal.
Otra línea de trabajo hacia la búsqueda de la eficiencia son los sistemas bioclimáticos que permiten enfriar o calentar las viviendas de manera más pasiva (autónoma), para reducir el uso de energía. Pero también evitar la emisión de CO₂, permitir la reutilización de materiales y la gestión eficiente de los recursos, fomentando el desarrollo de la economía local y evitando la utilización de aquellos materiales que suponen la explotación descontrolada de los recursos naturales.