Sobre las 11:15h. del pasado miércoles tuvo lugar en Sa Cabaneta el incendio de un solar situado en el nº6 del carrer Jaume I (junto a la zona de Son Caulelles). La noticia podría parecer que no tiene importancia, ya que en Marratxí cada año por estas fechas se producen infinidad de incendios de este tipo.
Pero en este caso el incendio podría haber acabado, no ya en tragedia, pero si en grandes daños materiales a viviendas, ya que el solar quemado linda con varias casas que por momentos corrieron grave riesgo de que el fuego, no solo debido a la espesa vegetación, si no a materiales plásticos y tablones de madera almacenados en el solar, que hicieron que el fuego alcanzara mayores dimensiones y virulencia.
Esta vez no fueron los bomberos, si no la actitud valiente y muy arriesgada de un vecino el que consiguió que el fuego quedara controlado en las zonas de más riesgo para las viviendas (ver fotos). Hay que destacar que el solidario vecino sufrió una leve intoxicación de humo de la que tardó varios minutos en reponerse.
Durante casi una hora, tiempo que tardaron los bomberos en acudir, vecinos y vecinas vieron impotentes como su única esperanza de que el fuego no se acercara cada vez más a sus casas, era la peligrosa intervención del arriesgado vecino.
Miembros de la Policía local, una vez llegados al lugar, se hicieron cargo del control de los focos de fuego que aún quedaban. Los bomberos, a su llegada, no hicieron más que apagar rescoldos y refrescar la zona.
Este incendio es, de alguna manera, el paradigma de los incendios de este tipo, saca a la luz dos grandes problemas que sufre en estos casos Marratxí, por una parte la lejanía del parque de bomberos que atiende al municipio, que se encuentra en Inca, tardando en algunas ocasiones hasta una hora en llegar hasta el lugar del incendio, lapso de tiempo que a veces marca la diferencia entre minimizar los daños en una vivienda o que se destruya totalmente pasto de las llamas.
El otro gran problema que se reafirma con este incendio, es la falta de cumplimiento de las ordenanzas municipales por parte de algunos propietarios de solares. En concreto el solar incendiado solo cumplía la ordenanza sobre el vallado, incumpliendo el resto: Vegetación incontrolada, objetos tirados susceptibles de ser contaminantes o inflamables (sillas de plástico) y lo más grave, más combustible en caso de incendio, una montaña de tablones de madera almacenados junto a la pared de una vivienda (ver foto).
Nos consta que el ayuntamiento está llevando a cabo una campaña de control sobre el estado de salubridad, vallado y vegetación de los solares de nuestro municipio, y que los medios para llevarla a cabo son limitados, pero desde aquí aconsejaríamos se priorizara la inspección y se fuera más implacable, si cabe, con los solares urbanos que linden con viviendas habitadas, ya que conlleva un riesgo añadido que afecta a la vida y salud de las personas.
