Antes de terminar el año, Marratxí tendrá un nuevo Defensor de la Ciudadanía, como explicó en el pleno ordinario de noviembre el regidor de Transparència y Defensor del Ciudadano, Sion Mates.
La convocatoria para el cargo permanecerá abierta hasta el próximo 28 de diciembre y la jornada será de cuatro horas semanales y con una pequeña remuneración, plenos aparte. Para optar a este grado, hay que ser mayor de edad, en uso de derechos civiles y políticos plenos, ser vecino de Marratxí y dominar las dos lenguas oficiales.
Se busca un perfil de persona independiente de ideología abierta y lo más objetiva posible en el ejercicio de su puesto, por lo que son incompatibles personas con representación o actividades políticas o populares, que hayan figurado en una lista electoral o sido apoderadas en cualquier candidatura política en las últimas elecciones municipales o autonómicas, los afiliados
El Defensor de la Ciudadanía o Síndic Municipal de Greuges deberá velar por los derechos fundamentales y las libertades públicas de los vecinos del municipio, por lo que podrá supervisar las actividades de la Administración municipal.
a partidos políticos, sindicatos de trabajadores, asociaciones empresariales o entidades dependientes, los pertenecientes al Ayuntamiento u organismos públicos con cualquier actividad profesional, mercantil o laboral que conlleve una relación contractual con el municipio, cargos directivos asociaciones vecinales o quienes estén en ejercicio de las carreras judicial, fiscal o militar.
El Defensor de la Ciudadanía o Síndic Municipal de Greuges deberá velar por los derechos fundamentales y las libertades públicas de los vecinos del municipio, por lo que podrá supervisar las actividades de la Administración municipal. No tiene competencias en funciones de control político, ni en casos investigados, temas de personal o las que sean objeto de procedimiento jurisdiccional.
El Defensor deberá cumplir sus funciones con total independencia y objetividad, podrá actuar por propia iniciativa, no estará sujeto a mandato imperativo, no recibirá instrucciones de ninguna autoridad y ejercerá sus funciones con plena autonomía, según su criterio. Prestará su servicio de asesoramiento, información, atención y ayuda a los ciudadanos en sus relaciones con la Administración municipal, sus organismos y entidades dependientes. Tiene voz pero no voto, sus intervenciones son gratuitas para el usuario y no será necesaria la asistencia de abogado ni de procurador.
Una información de Blanca Garau