El Pi Palma apuesta por un urbanismo integrador y sostenible que preserve la memoria del lugar y la calidad de vida del barrio.
El Pi Palma ha expresado su apoyo a un modelo urbanístico para Son Busquets, que respete el entorno, valore el patrimonio existente y garantice una buena calidad de vida para los residentes. Se suman a la propuesta de ARCA y JAM. Además, el partido considera imprescindible limitar a 700 m² la superficie máxima de cada establecimiento comercial, con el objetivo de evitar la implantación de una nueva gran superficie comercial que podría perjudicar gravemente al pequeño comercio de la ciudad.
«La transformación de Son Busquets es una oportunidad para hacer las cosas bien. No podemos permitir un desarrollo urbanístico que genere desequilibrios y que no respete la historia de este espacio», ha afirmado Catalina Barceló, presidenta de El Pi Palma. «Coincidimos en la necesidad de adaptar la edificación al entorno, preservar el patrimonio y garantizar un espacio público de calidad, pero también debemos ser claros: no queremos otra gran superficie comercial que perjudique el comercio local. Por ello, proponemos establecer un límite máximo de 700 m² por establecimiento comercial.»
El Pi Palma defiende que el desarrollo de Son Busquets debe convertirse en un ejemplo de buena planificación urbana, en el que se equilibren viviendas, equipamientos y zonas verdes, al tiempo que se respeten los elementos patrimoniales del área.
En este sentido, Catalina Barceló ha instado al Ayuntamiento de Palma a adoptar una postura firme y trasladar a Madrid una posición unánime en defensa de un desarrollo sostenible que preserve la identidad de Palma.