El PP de Palma ha votado en contra del incremento del gasto de EMAYA para el año 2022 en más de 11 millones de euros propuesta por la empresa municipal, gobernada por el PSOE, ya que “la dirección, en un nuevo ejemplo de ocultación y oscuridad, no ha querido aclarar si ese aumento lo pagarán los ciudadanos en estos momentos de crisis”.
En este sentido, la portavoz popular del PP de Palma en Cort, Mercedes Celeste, ha
mostrado su extrañeza por el hecho que el presidente de la compañía municipal, Ramón Perpinyà, no haya querido contestar a la pregunta del PP sobre cómo y quién pagará el incremento en 7,8 millones de euros del servicio de recogida de residuos y ha mostrado su preocupación porque este hecho “pueda acarrear una subida del recibo de la basura en estos tiempos de crisis”.
Para el PP de Palma, la confirmación de un aumento del recibo de la basura “sería un
hecho grave ya que demostraría que Hila mintió cuando en el Debate de la ciudad dijo que no subiría los impuestos”.
Paralelamente al incremento del gasto presupuestario, la dirección de EMAYA también ha anunciado su intención de incorporar otras 50 personas a la plantilla de Calidad Urbana, que en fechas recientes se vio incrementada en otros 50 trabajadores. El PSOE, a preguntas del PP, tampoco ha aclarado cuáles serán las funciones de estos
50 nuevos empleados y se ha limitado a contestar que “una parte de ellos serán técnicos para impulsar proyectos de carácter medioambiental financiados con cargo a
fondos de la UE”, un dinero, por cierto, que aún no se ha aprobado ni concedido.
El PP ha rechazado estas incorporaciones ya que “no tiene sentido contratar nuevos
técnicos cuando aún no sabemos si EMAYA podrá contar con las subvenciones de la
UE” por lo que ha recomendado que estas incorporaciones se lleven a cabo, siempre
y cuando sea estrictamente necesario, en cuanto se concrete la concesión de los fondos europeos.
En definitiva, el PP ha acusado al equipo de gobierno del alcalde Hila de aplicar unos
“presupuestos expansivos en tiempos de crisis sin aclarar cómo se van a pagar, lo
que, hasta que no se nos explique de manera detallada, nos hace pensar que ello
repercutirá en las tarifas y estamos completamente en contra de que ello repercuta en el bolsillo de los ciudadanos, de los comerciantes y de los restauradores. Ahora es el momento de pensar en la economía de las familias”