Los socialistas exigen soluciones inmediatas y aseguran que los trabajadores están desbordados y el tiempo de espera es de dos meses.
El PSOE denuncia que dos meses después del cambio de la empresa concesionaria de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) en Mallorca, los problemas persisten. Avisan de que los tiempos de espera para obtener cita siguen superando los dos meses. Exponen que los trabajadores denuncian sobrecarga laboral debido al incremento del 35 por ciento en el número de revisiones anuales. Ante esta situación, el Grupo Socialista en el Consell de Mallorca ha lanzado duras críticas a la gestión del presidente insular, Llorenç Galmés, y ha anunciado la presentación de una moción en el próximo pleno para reclamar la internalización total del servicio y la mejora en su gestión.
La portavoz del Grupo Socialista, Catalina Cladera, ha exigido a Galmés que «deje de viajar y hacerse fotos y se ponga a trabajar para mejorar la gestión de la ITV». Según Cladera, las largas demoras y las quejas de los trabajadores por la sobrecarga de trabajo «demuestran la mala gestión de Galmés», a pesar de que la empresa ITV Vega Baja S.A. asumió la concesión hace dos meses con un contrato de 33,7 millones de euros para los próximos dos años.

Trabajadores desbordados
El nuevo contrato impone un incremento del 35 por ciento en las inspecciones anuales, elevándolas de 480.000 a 650.000, lo que, según el PSOE, ha derivado en una mayor presión sobre los empleados de las estaciones de ITV. «Galmés debe sentarse con los trabajadores y escuchar sus quejas», ha subrayado Cladera, quien considera que el gobierno insular no ha tomado medidas para garantizar condiciones de trabajo adecuadas ni para reducir los retrasos en las citas.
El PSOE teme que la intención del Consell de Mallorca sea avanzar hacia una privatización total del servicio, a través de la inclusión de una disposición específica en el Decreto Ley de Simplificación Administrativa. Frente a ello, los socialistas defenderán en el próximo pleno la internalización del servicio y su personal, siguiendo el modelo aplicado en las residencias públicas Miquel Mir y Las Hermanitas.
“No podemos permitir que se degrade aún más un servicio esencial para la ciudadanía mientras se juega con la estabilidad laboral de los empleados. Es momento de tomar decisiones firmes para mejorar la ITV y garantizar su correcto funcionamiento”, ha concluido Cladera.