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Nuestro envejecimiento depende, en gran medida, de decisiones que se toman a lo largo de nuestra vida
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Fomentar la neuroprotección y el entrenamiento cognitivo es una parte fundamental en esta población, así como lograr la integración plena en la sociedad y la familia
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En los próximos años se duplicará a nivel mundial el número de habitantes mayores de 60 años, alcanzando una tasa del 22% en el año 2050
El envejecimiento no debe ser entendido como una amenaza sino como una fuente de oportunidades y de aprovechamiento colectivo. Este mensaje positivo se desprende de un taller de trabajo celebrado en el marco del 40º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), que ha tenido lugar en Palma, y donde se subraya que envejecer con salud es vivir más y mejor; además, se destaca que el porcentaje de habitantes a nivel mundial mayores de 60 años se duplicará, pasando a ser del 22% en 2050.
En la última década, los científicos se han volcado en la investigación de la longevidad a través la biología molecular, tratando de desenmascarar los mecanismos básicos que subyacen al envejecimiento, todo ello con la firme convicción de que envejecer no es solo un hecho de la vida sino más bien una enfermedad que se podría llegar a curar mediante intervenciones médicas. Así 
lo afirma, por ejemplo, Aubrey de Grey, gerontólogo biomédico y Director Científico de SENS Research Foundation. Además, varias compañías de biotecnología, al amparo de Silicon Valley, se dedican a la prolongación de la esperanza de vida, una causa liderada por el multimillonario de la tecnología Peter Thiel, por el laboratorio de longevidad Calico y por Jeff Bezos, CEO de Amazon. “Frenar el envejecimiento será posible, siempre y cuando se disponga de la necesaria financiación en investigación (terapias génicas, con células madre o el ADN, así como recreación de órganos,…)”, opina el Dr. Pablo Gregorio Baz Rodríguez, coordinador del Grupo de Trabajo de Neurología SEMERGEN.
Combinando esta realidad prometedora con elementos y problemas de “la vida real”, los coordinadores de este taller tratan de demostrar que envejecer con salud no solo es deseable y posible, sino que, además, la receta para hacerlo es relativamente sencilla. “Nuestro envejecimiento va a depender, en gran medida, de las decisiones que hayamos tomado a lo largo de nuestra vida, decisiones que condicionan nuestro nivel de salud”, resume el coordinador del Grupo de Trabajo de Neurología SEMERGEN.
Tareas tan simples y concretas como adoptar y fomentar hábitos de vida saludable, ejercicio físico, dieta cardiosaludable, prevención primaria y secundaria de enfermedades, así como continuar con actividades de prevención y de cribado de enfermedades adaptadas a este tramo de edad, han demostrado sobradamente su utilidad para facilitar un envejecimiento saludable. Junto a ello, indica el Dr. Baz, “fomentar la neuroprotección y entrenamiento cognitivo es una parte fundamental en este tipo de pacientes, así como integración plena en la sociedad y la familia”.
El rol, fundamental, de Atención Primaria
En Atención Primaria, además de los condicionantes biológicos, se abordan también otros muchos condicionantes de salud, “siendo el médico de Familia una figura clave para conocer las necesidades sociosanitarias y mejorar la calidad de vida de las personas mayores, así como en la incentivación y seguimiento de los hábitos saludables de estos 
pacientes”, indica el Dr. Enrique Arrieta Antón, médico de Familia del Centro de Salud Segovia Rural y miembro de los Grupos de Trabajo de Neurología, de Cuidados Paliativos y de Comunicación de SEMERGEN.
Como aclara este experto, “actuamos con las personas mayores como con otros grupos de población, atendiendo a sus necesidades biopsicosociales, pero contando con la experiencia que nos da recorrer con ellos su ciclo vital como médicos de Familia”. A su juicio, “la clave del éxito para asegurar una asistencia encaminada a lograr un envejecimiento saludable es conseguir una atención integral”. En esta misma línea se expresa el Dr. Pablo Baz: “los médicos de Familia pueden y deben ofrecer una atención integral a las personas mayores, desde la prevención hasta la rehabilitación, y con un enfoque centrado en la calidad de vida”.
Vivir más y mejor
Hay un consenso mayoritario acerca de que estos pacientes deben atenderse fundamentalmente en Atención Primaria, aplicando el axioma de que “la edad no implica envejecer, sólo crecer”.
“Además de coordinar a los distintos profesionales que pueden atender las necesidades de salud de las personas mayores en un momento dado, el objetivo de los médicos de Atención Primaria es sensibilizar a la sociedad sobre el valor de las personas mayores y sobre la idea de que el primer nivel asistencial es siempre más coste-efectivo que la atención especializada, aún más en este tipo colectivo”, afirma el Dr. Pablo Paz, quien se queja de que “desgraciadamente no disponemos de mucho tiempo para atender a las personas mayores, que es una labor inherente a la Medicina de Familia”.
