Gran Hermano Vip 5 ha arrancado este domingo en Telecinco y lo ha hecho de manera tibia, tanto que su gala de estreno ha sido la más vista de las ediciones de famosos del concurso. ¿Por qué los espectadores no han acudido este año de manera masiva a ver el programa? ¿Fallan los concursantes? Entre los elegidos hay nombres tan populares como Irma Soriano, Emma Ozores, Alonso Caparrós, Ivonne Reyes o Toño Sanchís y otros como Alejandro Abad, Alyson Eckmann, Daniela Blume, Aless Gibaja, Elettra Lamborghini, Marco Ferri y Sergio Ayala.
El principal problema parece estar precisamente en GH17. Y es que la edición del reality que terminó en diciembre ha levantado una oleada de críticas y ha sembrado el descontento entre los más fieles del formato.
Tras la marcha de Mercedes Milà, Telecinco eligió a una de sus estrellas, Jorge Javier Vázquez para conducir el espectáculo y eso no gustó a todo el mundo. El desarrollo del concurso ha sido accidentado y ha estado en el ojo del huracán durante muchas semanas con la sombra del tongo sobrevolando peligrosamente.
El programa de Zeppelin encendió los ánimos al vender por activa y pasiva que una de las últimas expulsiones se decidió por tan solo tres llamadas. Con los porcentajes en una mano y esas tres llamadas en otra, comenzaron los cálculos para hallar el número de votos y muchos dictaminaron que algo no cuadraba.
Mientras unos acusaban al formato de favoritismo hacia una de las protagonistas de la edición, Adara Molinero, otros se mostraban seguros de que todo era una argucia propagandística para incentivar el voto.
El giro más dramático llegó a la semana siguiente cuando Adara fue expulsada a las puertas de la final contra todo pronóstico. Fueron muchos los que sentenciaron al programa, que fue perdiendo audiencia hasta vivir una final descafeinada tanto por el nivel de los concursantes que quedaban como por las cifras de espectadores y la cuota de pantalla.
Con una ganadora cuestionada y calificada por muchos como “impuesta”, GH17 puso el cierre dejando menos de dos semanas de espacio para el arranque de la edición VIP. Parece que no ha sido suficiente tiempo y que si hace dos años, el buen ritmo del programa de anónimos catapultó al de famosos, esta vez está ocurriendo lo contrario.
El espectáculo acaba de comenzar y puede pasar cualquier cosa, pero por ahora el ánimo de la audiencia no parece estar para disfrutar de las desventuras de los habitantes de Guadalix de la Sierra, sean lo famosos que sean.