‘La edad de la ira’ llega a su final este domingo con la emisión del cuarto capítulo. La historia creada por Nando López dedica su capítulo final a Marcos para completar el puzle. Está protagonizada por Manu Ríos, Amaia Aberasturi, Daniel Ibáñez, Carlos Alcaide y Eloy Azorín.
‘Marcos’ completa este domingo el puzle de ‘La edad de la ira’ en Atresplayer Premium. El viaje del adolescente encarnado por Manu Ríos rellena la historia narrada en los tres primeros episodios (‘Sandra’, ‘Ignacio’ y ‘Raúl’).
‘La edad de la ira’ es la adaptación de la novela homónima de Nando López, que aborda las complejidades sociales y personales que afectan a la adolescencia actual.
Manu Ríos, Amaia Aberasturi, Daniel Ibáñez, Carlos Alcaide y Eloy Azorín encabezan el reparto de la serie.
El desenlace de la historia se va tejiendo escena a escena, completando los vacíos y dando sentido completo a lo narrado hasta el momento.
¿Es realmente Marcos culpable de la muerte de su padre? Es la pregunta que subyace, pero lo que atrapa al espectador es el despertar de ese joven a la vida. Marcos tiene que abrir los ojos a la realidad, aceptar cómo es y enfrentarse a un mundo aparentemente tolerante, pero enormemente prejuicioso.
El miedo es el caldo de cultivo de una soledad interior, que alimenta la frustración. Conocer a Raúl le da confianza. Tener a Sandra a su lado le llena de vida, pero también de rabia por sentir que no está a la altura de lo que debería.
Las clases de literatura de Álvaro, conocer la valentía de autores como Federico García Lorca y el deseo de ser él mismo le llevan a dar pasos adelante. Sus miradas cargadas de curiosidad y deseo atraen a un chico en el cine, que se sienta a su lado y comienza a tocarle la pierna; el miedo le lleva a levantarse y salir de allí.
Pero le arde dentro la necesidad de liberarse. Decide abrirse un perfil en una aplicación de contactos gays y termina quedando con un chico. En su casa, vive una noche cargada de sensualidad y una satisfactoria experiencia sexual. Se deja llevar y acepta que le coja la mano en la calle e incluso que le bese.
Nuevamente, el miedo le atenaza cuando ese joven aparece por el instituto. No quiere que nadie pueda sospechar nada y lo rechaza violentamente.
El destino quiere que Álvaro lo encuentre en la calle una noche y lo convenza para llevarle a casa. Eso les da un momento a solas en el que Marcos le pregunta cómo descubrió que era gay. El profesor le dice que la suya es una historia típica, que cuando su mejor amigo se echó novia se dio cuenta de que estaba pillado. Le revela que incluso él tuvo una novia, pero que no funcionó y decidió que debía mirar por él y no querer contentar a todo el mundo.
El padre de Marcos sigue su presión sobre el chico. Le prohíbe ver a Raúl porque está seguro de que es «marica». Marcos cada vez se enfrenta más a su padre y la tensión crece entre ambos.
El hombre se enzarza con Álvaro acusándolo de lavar el cerebro a los chicos en el instituto; le ataca y golpea y Marcos los separa.
Poco después se produce el momento de la muerte del hombre. Álvaro visita a Marcos en el centro para menores y le pide perdón si se ha metido demasiado en su vida y le ha impulsado a acabar matando a su padre. Él le asegura que no ha sido así, que le agradece que haya estado a su lado y que haya ejercido de profesor enseñándole el camino a la libertad porque incluso encerrado entre las cuatro paredes de ese centro se siente más libre que en su casa.
La realidad es que Marcos se enfrentó a su padre y le golpeó con la máquina de escribir, pero fue la ira de su hermano Ignacio la que acabó con el hombre. El de 18 años lo golpeó con furia mientras Marcos estaba tendido en el suelo suplicando a su padre que no le pegase. Ignacio estampó la máquina de escribir en la cabeza de su progenitor hasta arrebatarle la vida.
Ignacio visita a su hermano y le agradece que haya cargado con las culpas; le dice que ha estado a punto de confesar. Le cuenta que el abogado alegará defensa propia porque sabe todo lo que hacía el padre. Marcos es menor de edad y su castigo no tiene nada que ver con el que sufriría Ignacio.
Semanas después, Marcos disfruta de su primer permiso junto a Sandra y Raúl. Los tres están juntos compartiendo risas y disfrutando de ser libres. Sandra le deja claro que lo que tienen es mucho mejor que ser amantes o novios.
‘La edad de la ira’ está producida por Atresmedia Televisión en colaboración con Big Bang Media (THE MEDIAPRO STUDIO) y MASFICCIÓN.