‘Gran hermano’ está viviendo un momento delicado en Telecinco. A simple vista, el programa se sitúa entre lo más visto de la noche, pero a la hora de la verdad los datos no son buenos. Y es que por tercera semana consecutiva, la audiencia de la gala de los jueves ha bajado y eso que la productora y la cadena se han esforzado poniendo toda la carne en el asador y dando al espectador titulares constantes.
Sin ir más lejos, este jueves comenzó caldeando el ambiente y mostrando que los porcentajes para la expulsión de las nominadas habían cambiado drásticamente desde el martes. En dos días, se habían casi puesto a la par dos concursantes que 48 horas antes estaban separadas por casi 50 puntos porcentuales. Durante la gala, se produjo el sorpasso y se desató la euforia consumando la salvación de Bárbara y condenando a dejar la casa a Candelas. La concursante alicantina explotó jubilosa ya que no tenía ninguna duda de que era la expulsada. Su vuelta a la casa causó sensación ya que nadie la esperaba. De hecho, una gran mayoría había llegado a meterse en el cofesionario para pedir a la audiencia que la echase con un enorme porcentaje e incluso planeaban reírse de ella cuando conectase desde plató. Por ello, los gestos de sorpresa y desagrado de esa gran mayoría que dice odiarla contrastaba con la alegría de Adara, su gran apoyo.
La gala fue emocionante, con ritmo y vídeos bien seleccionados y editados, pero el problema es que para los que ya han dado carpetazo a la edición eso vale de poco porque lo que no estás viendo es como si no existiera. Y no es el único problema.
Para empezar, mueven las piezas de manera improvisada generando situaciones poco equilibradas para los concursantes. La invención de ‘El club’ como centro de poder trastoca todo dando una ventaja desmesurada a sus integrantes, que son capaces de controlar las nominaciones e incluso de darles la vuelta. Además, para más inri, el acceso a ese selecto club se realiza por medio de una prueba ridícula que vuelve a favorecer al grupo mayoritario. Tienen que meter bolas en un casillero con la foto de los concursantes e ir eliminándolos de manera que los del grupo minoritario casi nunca tienen ni la opción de meter una bola ya que quedan fuera del juego en pocos segundos. A partir de ese momento solo resta jalearse entre los vencedores y determinar al elegido. Por si fuera poco, el que llega al club decide quién se marcha. Esto supuso que Bárbara fuera desalojada por la nueva integrante, Beatriz.
Como nota positiva, la concursante imitadora de Ylenia cayó en la trampa de Jorge Javier Vázquez y dejó que su ego y chulería se impusieran al raciocinio que hay que suponer a todo individuo. Bea se incluyó en la lista de nominados completando el cuarteto formado por Bárbara, Adara y Montse, a la que los miembros del club habían nominado con saña para salvar a Miguel de la lista.
