Este miércoles arranca en Cuatro la séptima temporada de ‘Volando voy’ con ‘¡Todos a una!’ como lema de las nuevas misiones colectivas. Jesús Calleja comienza su recorrido por España viajando hasta Costa da Morte para impulsar una de las misiones más multitudinarias de la historia del programa: la limpieza subacuática del puerto de Camariñas y de la Ensenada da Basa.
El helicóptero más viajero de Cuatro vuelve a surcar los cielos de España. Este miércoles 25 de mayo, a las 22.45 horas, Jesús Calleja comienza una nueva ruta por los más variados lugares de la geografía de nuestro país en el estreno de la séptima temporada de ‘Volando voy’.
Una tanda de siete nuevas entregas en las que habrá más variedad de paisajes, protagonistas entrañables y nuevas misiones colectivas, que con el lema ‘¡todos a una!’ buscarán unir a las gentes de los pueblos para trabajar juntos y lograr objetivos que perduren en el tiempo.
“Después de la pandemia y todo lo que nos ha acontecido, ‘¡Todos a una!’ es el mejor emblema para estas nuevas entregas, creemos que es el hilo conductor que mejor las definen. Porque en estos siete episodios que tenemos por delante, hemos buscado sobre todo gente voluntaria dispuesta a hacer algo, a aportar su granito de arena por cada uno de los entornos”, ha explicado hoy Jesús Calleja en la presentación virtual a medios.
En su nuevo periplo por España, Jesús Calleja seguirá disfrutando de la hospitalidad y el buen humor de las personas que habitan en los diferentes destinos, que aportarán diversión y emoción y que compartirán curiosas y emotivas historias personales, como la de una princesa africana instalada en el Bierzo, la de un contrabandista jubilado que atravesaba la frontera lusoespañola y la de un joven descubridor de esqueletos de dinosaurios, entre otras.
LA REALIDAD DE LOS PUEBLOS
“Queremos dar a conocer la vida de los pueblos, porque nadie habla de ellos, y para mostrar su esencia dedicamos una media de siete días a rodar cada una de las entregas, porque las historias tienen que suceder de verdad, la gente tiene que emocionarse, tiene que vivir la experiencia con nosotros, implicarse y transmitir toda la realidad de cuanto sucede durante nuestra estancia en cada pueblo. Es la magia de este programa, la frescura de la realidad como forma de hacer una televisión que construye y que aporta.
Este programa es un altavoz para todas esas personas que viven en zonas rurales en las que no existen comercios, servicios y a veces ni siquiera escuelas, y ahí estamos nosotros, para darles voz. Es muy agradable rodar ‘Volando voy’ porque nos sentimos muy queridos allá por donde vamos. Cada uno de los pueblos a los que hemos ido tiene un relato, algo propio que contar. Hay historias verdaderamente poderosas detrás de ellos y una vez que las conocemos, les damos forma. Cada programa tiene una historia, un relato y una misión”, asegura el presentador.
Producido en colaboración con Zanskar Producciones, ‘Volando voy’ cerró su sexta temporada en Cuatro con un 7,1 por ciento de share y una media de 820.000 espectadores, lo que supone una ventaja de 1,9 puntos sobre su directo competidor (5,2 por ciento). Registró un especial seguimiento entre el público de 25 a 34 años (8,6 por ciento) e incrementó notablemente su media nacional en Murcia (11,4 por ciento), País Vasco (11 por ciento) y Castilla y León (10,7 por ciento).
NUEVOS DESTINOS
La Sierra del Segura (Albacete), en la que visitarán el pueblo de la película ‘Amanece que no es poco’ y los vecinos contribuirán a la recuperación de un pino centenario, simbólico punto de reunión para diferentes generaciones de la zona; la Sierra de las Nieves (Málaga), que será declarada Parque Nacional con el programa como testigo y en la que se abordará la construcción de dos puentes para facilitar la movilidad entre puntos de difícil acceso; Pallars Jussà (Lleida), donde ‘Volando voy’ ayudará a restaurar el telón publicitario más antiguo de España; Las Merindades (Burgos), un lugar cuyos habitantes trabajarán con Calleja para recuperar un antiguo jardín renacentista en un monasterio del siglo XIII; La Sierra de Gata (Cáceres), donde el programa tratará de unir tradición y tecnología montando junto a los habitantes de la zona una carrera de autos-locos eléctricos; El Bierzo (León), la tierra de Calleja, donde recuperarán un antiguo canal romano con más de 2.000 años de antigüedad para convertirlo en senda; y Costa da Morte (A Coruña), que será escenario de una limpieza subacuática del puerto de Camariñas y parte de su ría, serán los destinos de la nueva temporada.
En palabras del propio Jesús Calleja, “el próximo miércoles arrancamos con la entrega de Costa da Morte, donde hemos limpiado la basura del fondo marino de Camariña con una gran actividad participada por buceadores voluntarios, en una de las acciones solidarias más multitudinarias de ‘Volando voy’. El programa acumula ya más de 50 destinos. También hemos ido a la Sierra del Segura, en Albacete, donde se rodó la película ‘Amanece que no es poco’; continuamos en la Sierra de las Nieves, en Málaga, donde conseguimos todos los apoyos necesarios para construir dos puentes que habían derrumbado las riadas. Después fuimos a Burgos a un monasterio del siglo XIII al que por alguna razón nunca se le había dado la relevancia que tiene, que estaba comido por la vegetación y que con voluntariado hemos rescatado de la naturaleza, recuperando su maravilloso jardín renacentista. Luego fuimos a la Sierra de Gata, donde nos encontramos hasta con cuatro pueblos que tienen una lengua propia conectada con la lengua de León, en la que hicimos una carrera de coches muy especial, con vehículos sostenibles. Y, cómo no, fuimos al Bierzo de León, donde junto a gente de la zona hemos recuperado un canal de agua que fue usado durante más de 350 años para extraer el oro de una de las minas más productivas del Imperio Romano en España, por citar algunos ejemplos”.
EL NORTE DE COSTA DA MORTE, EN LA PRIMERA ENTREGA
Costa da Morte se extiende a lo largo de más de 200 kilómetros por el norte y noroeste de Galicia. Los oficios y actividades marinas han marcado su historia: la pesca, el marisqueo, la fabricación de barcos, los naufragios y, más recientemente, el surf.
En una época de alertas sobre el cambio climático y sobre la contaminación por residuos plásticos, mantener el mar limpio es esencial para el planeta. ‘Volando voy’ llegará hasta aquella zona con el reto de movilizar a sus habitantes para participar en una limpieza subacuática del puerto de Camariñas y de la Ensenada da Basa, que forma parte de la ría del pueblo.
Para ello, Jesús Calleja contará con la colaboración de Tono, un buceador experto en barcos hundidos que le ayudará a encontrar buzos para la limpieza y ejercerá como coordinador de los voluntarios y embarcaciones que participen. Serán más de 100 las personas que se sumen, muchas de ellas niños, lo que convertirá a esta misión en una de las más multitudinarias de la historia del programa.
En su viaje a Costa de Morte, Calleja tendrá ocasión de conocer numerosas personas con singulares historias como Cristina, hija de los últimos fareros del lugar, que habitó gran parte de su vida en el Faro Vilán y que hace años que no ha vuelto al lugar por el impacto emocional que le supone. El regreso de Cristina al impresionante lugar que fue su casa será uno de los momentos más emocionantes del programa.
Yaki, una mariscadora de Camariñas hija de marinero a la que llamaron así por Jacqueline Kennedy; Selene, una chica de 24 años que quiere ser pastelera y redera; y Martín, uno de los pocos carpinteros de ribera que quedan en el lugar y que defiende con humor la fabricación de barcos de madera, serán otros de los protagonistas de esta entrega.