Con apenas cinco años de edad ya acompañaba a su padre a cazar y cuenta que los días de caza se despertaba al alba, antes que su propio padre, nervioso y emocionado por iniciar la jornada. A los 10 años, Joan Bestard ya estaba practicando tiro. Y a los 14 años obtuvo el esperado permiso de armas para poder practicar la caza.
Ahora tiene 16 años y aunque sólo lleva tres años compitiendo, este joven marratxiner ya tiene en su haber nada menos que el tercer puesto en el Campeonato de Europa de Tiro a Pichón y el segundo puesto, por equipos, en el Campeonato de Baleares. Ha sido campeón balear de tiro individual por dos veces consecutivas y también campeón del Recorrido de Caza de Baleares.
Joan Bestard estudia 4º curso de ESO en el IES Marratxí y, a pesar de la dedicación y las horas de entrenamiento que requiere la práctica del tiro, comenta que lo compagina a la perfección con sus estudios. Dedica los fines de semana a la práctica de este deporte y cuenta que para el campeonato de Europa sí tuvo que realizar un esfuerzo extra; esfuerzo que, por otro lado, tuvo su recompensa.
Este próximo domingo 24 de febrero, el joven ‘colombaire’ viaja a Valencia para participar en el Campeonato de España que se celebra en el campo de Tiro de Cheste. Se muestra seguro de sí mismo y confía en poder lograr un buen puesto en la clasificación nacional de tiradores junior, aunque reconoce que hay un alto nivel de competición. «Si aquí, en Baleares, hay 70 escopetas por torneo, allí hay 300», explica.Y el 8 de marzo participará en la tirada de recorrido que organiza Safari Club Balear en la finca de Capocorb. Dónde espera también lograr un buen puesto en la clasificación.
Joan Bestard representa a la Societat de Caçadors de Pòrtol y se entrena habitualmente en el Campo de Tiro de Cala Figuera. Además, es un enamorado de la caza y practica su afición siempre que puede.
Su padre, Pedro Bestard, tirador también laureado que ha sido primer clasificado en el Campeonato de Baleares, le ha transmitido esta afición, que también compartía su abuelo. «Si mi abuelo me viese ahora, se sentiría muy orgulloso», expresa . Y aunque todavía es muy joven, ya tiene muy claro que intentará que sus descendientes, la próxima generación, también se apasionen por la práctica de este deporte.